☽︎𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘:𝚇𝙸𝙸☾︎

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-Akane,pasa,pasa

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-Akane,pasa,pasa.-
La señora Hinatsuru me dió la bienvenida como acostumbraba, empezé a deslizarme por el marco de la ventana quedando adentro de su habitación.
La voltee a ver,y nuestras miradas se encontraron.

-¿Estás bien?.-
La pregunta que salió de los carnosos labios de aquella mujer me dejó algo confundida,¿Acaso parecía no estarlo?,bueno,no voy a negar que el sueño no a sido muy gratificante, pero comida y agua ya no me faltaban.¿Encerio se me notaba tanto aquellas noches sin poder dormir cómodamente?.

-Claro,¿Por qué lo dices?.-
Le dije con algo de extrañeza,pues su pregunta me había dejado un poco desconcertada.
Su expresión cambió a una de vergüenza,y desvío su mirada hacia otro lado.

-Solo te vez cansada,¿No quieres algo de té?.-
Un sonido de aceptación salió de mis labios, dándole luz verde a su propuesta.
Ambas nos dirigimos hacia la mesa,y nos sentamos quedando una enfrente de otra.
Veía con atención la elegancia y precisión con la que hacía cada movimiento,incluso algo tan cliché como servir té en dos pequeñas tazas de porcelana lo hacía con destreza,indicando sus múltiples clases dónde le ensañaban a dominar las artes.

Tome una taza del brazo,y la acomodé en mi otra mano,veía con atención el vapor que desprendía aquel líquido de lo caliente que estaba.

-¿Entonces cómo has estado?.-
La pregunta de la mujer acabó con el silencio que se me hacía algo cómodo.
La voltee a ver,¿Cómo estaba?,no lo sabía,y era algo que me tenía demaciado preocupada.

-Bien,supongo...-
Le dije con desinterés para después llevarme la taza hacia mis labios.
El dolor por lo caliente hacia mis sentidos dispararse,cosa que me gustaba hacer,pues el gusto por sentir con cada lambida un ardor dónde el líquido casi hirviendo había pasado era una maña que había adquirido desde pequeña.

-Puedes ser sincera conmigo...-
Podía ver en la mirada ajena dolor en sus palabras,ahora Hinatsuru pensaba que no le tenía confianza,cosa que me hacía sentir un piquete en el corazón.
Solté un pesado suspiro, pequeñas casi invisibles lágrimas estaban alrededor de mis ojos por el ardor en mi lengua y la falta de sueño.
Si,tenía ojeras y mi expresión estaba decaída.
Pero,¿Cómo le explico que es por un demonio?,demonio que hace siete días no lo veía,pues había desaparecido después de esa plática dónde abrí mi estúpida boca de más.
Era demaciado hipócrita de mi parte decir que estaba preocupada por Gyutaro cuándo la mujer que está enfrente de mí arriesga su vida para matarlo,como también dos mujeres más igual de amables y lindas que ella.
Y su esposo,pero ese era el que menos me preocupaba,a él no le había agarrado el cariño que ahora le tengo a las tres.

-Solo estoy preocupada.-
No le mentí,no quería mentirle,tenía ganas de platicar de esto con alguien,con Daki obviamente no iba a ser,pues estaba segura que se iría a otra parte ignorandome por completo,y Gyutaro era la razón de mi preocupación,solo me quedaba Hinatsuru,que era en la que más confiaba de los tres,pero por obvias razones no podía contarle todo.

Última oportunidad➪𝐺𝑦𝑢𝑡𝑎𝑟𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora