☽︎𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘:𝚅☾︎

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Me sentía cansada y mis ojos me pesaban bastante,las extremidades me dolían y lo frío de esa noche no ayudaba nada

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Me sentía cansada y mis ojos me pesaban bastante,las extremidades me dolían y lo frío de esa noche no ayudaba nada.
Desde el tejado en el que estaba podía ver a Hinatsuru desde la ventana.
Unas manos sostenían mi cadera,y un cuerpo delgado y alto estaba pegado a mis espaldas,tomándome con fuerza y posesividad.

-Daki terminó.-
Dijo el demonio mientras subía sus manos recorriendo lo estrecho de mi cadera.
-Ya sabes,si haces algo que no te haya ordenado,mataremos a esa mujer.-
El me susurró en el oído con su clásica voz áspera y ronca,para después alejar sus manos de mi cuerpo y desaparecer entre la oscuridad de la noche.
Mi mirada estaba perdida,me sentía cansada ya que el día de ayer no había podido conciliar el sueño,tenía ganas de dormir,demasiadas,pero mi conciencia no estaba tranquila.
Me acerque lentamente hacia la ventana de esa mujer y la toque tres veces,ella volteo hacia mi,y con una cara de preocupación abrió la ventana.

-¡Akane!.-
Hinatsuru parecía realmente preocupada por mi,al entrar en su habitación ella me acercó hacia la mesa,sentandome enfrente de una taza de té caliente.

-Dios mío...estaba tan preocupada.
Pensé que algo te había pasado.-
Ella me veía expectante por una respuesta,yo tenía los labios secos y estaba nerviosa, sabía que la mujer veía mis múltiples orejas o mi piel que estaba demaciado pálida.
Sentía mis manos temblar debido a mi nerviosismo,tenía miedo de equivocarme en algo.

-Tuve unos problemas.-
Le respondí seco,pero eso no la calmó.
No las sentía,pero sabía que las fajas estaban escondidas entre las paredes,y como el demonio dijo,si decía algo de más iban a matar a la señora Hinatsuru.

-Miráte,tu ropa está muy sucia y hasta esta rota,¿Qué te paso?.-
Su mirada estaba clavada en mi frente,y yo tenía la cabeza agachada.
No sabía que contestarle,pero era obvio que no podía hablar sobre que la sexta luna superior intentó violarme.

-Tuve un problema con un demonio menor,pero lo derroté fácilmente.-
Empezé a beber de la taza desesperadamente,hace un día que no me daban algo para beber,esos dos hijos de perra me tenían en condiciones deplorables teniendo en cuenta que ellos fueron los culpables de mis heridas que ahora estaban vendadas,aparte de todo eso también me estaba muriendo de hambre.
Solté un suspiro de alivio al ya no sentir tan seco mi paladar,la voltee a ver pues su silencio se me hacía muy extraño.
Hinatsuru parecía atónita,y yo no sabía la razón.

-Akane...¿Qué te paso en el cuello?-.
Todos mis sentidos se alertaron,"mierda",me repetía en la cabeza.
Era la marca que me había dejado el demonio,se me había olvidado sobre las marcas de cuando me ahorcó,aunque le agradecía a los dioses que ella no pueda ver las heridas de rasguños o de dientes que tenía en el cuello.

-Fue un pequeño percance en la pelea,pero todo terminó.-
Dije a la vez que volvía a agachar mi cabeza,fue la mejor excusa que se me había ocurrido,muy poco creíble,pero al estar herida,cansada, sedienta y con hambre no me podían juzgar por lo nublada que estaba mi mente.

Última oportunidad➪𝐺𝑦𝑢𝑡𝑎𝑟𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora