Un respingo de dolor se postró en mi cuerpo al poner mis pies sobre la fría madera de aquella cabaña.
Era un día como cualquier otro, el demonio hacia el papel de mi única compañía en esa fría cabaña.
Mientras yo sobaba mis adoloridos pies descalzos él se dirija hacia una caja que había traído antes de ir con Amane.
Escuchaba de fondo como la abría,era el único ruido en todo ese silencio,después de varios minutos dirigí mi mirada hacia su ubicación,topandome con la suya.
En sus manos posaba un vestido y algo de ropa interior nueva,su mano apuntaba hacia mi, dándome a entender que la agarrara.-Estás toda sucia,báñate.-
Me levanté con algo de quejo,mis pasos eran lentos y pesados,tenía razón, olía feo y estaba muy sucia,así ni siquiera un demonio querría acostarse conmigo.
"¿Premio o castigo?", pensé agarrando la ropa que estaba doblada e intacta.
Ni siquiera voltee a ver si era otro de esos estúpidos vestidos,no me interesaba,lo único que quería era refrescarme con el agua para después descansar.
Bajaba de las escaleras mientras la madera rechinaba abajo de mis pies,el olor a humedad de todo el lugar hacia mi nariz deformarse en una expresión de molestia,cosa que desapareció al por fin salir a aquel patio donde acostumbraba bañarme.No sé si los dioses me tuvieron pena o quisieron darme un poco de tranquilidad,pero aquella noche no era igual de fría que las anteriores,indicando que la ducha iba a ser mucho más cómoda y relajante que las de la última semana,dónde mi respiración se agitaba por lo helado del agua.
Me acerqué hacia la orilla del rio,la cabaña era una completa basura,pero el lugar no,lo verde del pasto y la melodía de los pequeños animales cantando entre todos los grandes árboles que eran iluminados por la luna daba un ambiente encantador,como solo la naturaleza lo hacía.De alguna manera me recordaba a aquellos lugares de mi infancia dónde jugaba con tierra y cazaba pequeños bichos que para mí eran encantadores,agradecía que por lo menos me dejaran salir a aquel patio,para ser sincera no sabría cómo reaccionaría estando todo el día encadenada a las fajas,sin moverme o salir, probablemente en ese punto ni siquiera tendría cordura.
La poca tranquilidad que había conseguido se esfumó en un par de segundos como si jamás hubiera estado ahí,pues mis oídos seguían atentos independientemente si mi cuerpo estaba relajado.
Escuché como Gyutaro bajó de la azotea directamente hacia el patio,sus movimientos parecían desinteresados, él se sentó recargando sus mechones teñidos de verde en la pared de madera,mientras me seguía viendo con una sonrisa ladeada en el rostro,que aunque era tenue,por alguna razón la hacia muy molesta."¿Vas a quedarte ahí?",es lo que decía mi expresión de molestia y fastidio hacia el,segundos pasaban dónde me respondía sin necesidad de palabras,no se iba a mover de ahí.
Solté un suspiro resignada,¿Qué más da?,supongo que después de todo aquel demonio ya conoce cada parte de mi cuerpo,y si no,pues que me mate si le llega a desagradar.
Bajé suavemente la ropa limpia e impecable,dejándola sobre una roca.
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Última oportunidad➪𝐺𝑦𝑢𝑡𝑎𝑟𝑜
FanfictionCuándo un capricho se convierte en amor,y un odio en dependencia,lo único que puede salir de ahí es una relación dañina. ☢︎︎𝐺𝑦𝑢𝑡𝑎𝑟𝑜 𝑦𝑎𝑛𝑑𝑒𝑟𝑒☢︎︎