Como si fueran suaves susurros, la brisa del invierno sopló fría, casi silenciosa y continua. Las nubes, se movieron con el viento de forma lenta y constante; liberando a la luna para que avanzara, libre y brillante, hacia su posición más alta en ese enorme cielo que le pertenecía. Aquella noche que le permitía reencontrarse, una vez más, con las estrellas que siempre la acompañaban.
Y en la oscuridad, ese farol antiguo y descuidado, iluminaba intermitente el espacio que los separaba de mil maneras distintas; que se rodeaba de palabras olvidadas y se llenaba verdades ocultas que intentaban escapar en miradas que contenían mucho más que lo que pretendían revelar.
Porque ella tenía mucho que callar.
Porque él tenía mucho que liberar.
Pero esa noche, aquellos claros ojos no lo querían encontrar.
–Involúcrame.
La voz de Sasuke se escuchó clara y fuerte, segura, a pesar de que por dentro temblara de la ansiedad de estar revelando parte de su corazón; aún cuando se sintiera extraño hablando así. Porque esta era la primera vez que se atrevía a soltar un poco de aquello que guardaba contenido en su interior; ese sentimiento culpable que lo retenía entre negaciones y confusión, pero que hoy comenzaba a liberarse.
Porque si Naruto no la correspondía...
Si su amigo no la amaba...
Entonces, él podía intentarlo.
Dio un indeciso paso hacia adelante, acercándose, mientras ella se detenía al escucharlo, pero no giraba a encararlo.
—No solo quiero ser el amigo de Naruto para ti—continuó—y elijo estar aquí.
Notó como los hombros de Hinata se tensaron al escucharlo, como sus puños se crisparon en un acto que supo interpretar como nerviosismo, y como sus pies se mantuvieron en su lugar pero inquietos.
Ella quería irse; huir.
Hinata quería esconderse en su lugar seguro, y aislarse para recomponer los pedazos de su corazón que hoy estaban rotos; quería ocultarse para que nadie viera lo que ya casi no podía contener.
Sasuke lo sabía. Tenía claro que estaba siendo egoísta en imponerse en un momento como ese; en exigir cuando ella no tenía nada más para dar. Entendía que no tenía espacio para pensar en algo más que no fuera lo que ocupaba su corazón y su próxima decisión. Pero aún así... aún así no podía dejarlo estar; no podía dejar de querer estar ahí; y acompañarla como muchas veces ella lo hizo con él.
Y en ese silencio tenso, angustiante, que siguió después de su pequeña confesión, Hinata sacó su voz.
—Sasuke—dijo en un susurro sin voltear a enfrentarlo–. Terminemos esto aquí.
Dolió.
Dolió un mar entero tratarlo así; soltar esas palabras hirientes y sin corazón fue casi más duro que comprender que sus sospechas con Naruto eran ciertas. Porque sabía que Sasuke estaba hablando con la verdad; sabía lo difícil que era para él liberar algo así; comprendía que si él estaba ahí era porque realmente lo elegía así.
Pero no podía.
No era capaz de mirarlo, de enfrentar esos ojos oscuros que, probablemente, sabían la verdad; que quizás siempre habían visto como ella se engañaba creyendo que era correspondida.
No quería voltearse para mostrarse patética y débil, una vez más.
No quería mirarlo y recordar que él era el mejor amigo de Naruto, el hombre que ella amaba y que seguía enamorado de Sakura, la mujer que estaba enamorada de él.
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Lejanía
FanficSe conocían, en silencios y circunstancias que los llevaron por caminos separados; en momentos y recuerdos que muy pocas veces los juntaron; y ahora, ella estaba en un lugar donde él jamás lograría llegar.