- ¿Y eso es lo que ocurrió? - preguntó Nela, cuando terminé de relatar mi último día con Poche.
- Eso es exactamente lo que ocurrió. - Murmuré, mirando al techo.
Estábamos acostadas en mi cama, con chocolatinas, caramelos, helados y todo tipo de basura calórica a nuestro alrededor. Hacía tres días que no hablaba con Poche, y desde el día que la conocí nunca había pasado tanto tiempo sin escuchar su voz, ni leer un mensaje, ni verla.... ¡Todo esto me estaba matando!
- Creo que estar enamorado no es suficiente para lo que siento, Nela.
- ¿La amas?
- No lo sé. Pero es algo más que pasión. Es algo más fuerte. Ni siquiera Josh me ha hecho sentir tan... Llena de anhelo como ella. ¡Siento que voy a explotar! - dije, tomando otra cucharada de mi helado.
- Realmente vas a explotar si sigues comiendo así. - se rió un poco, pero luego dejó de hacerlo. -Ella ha pasado por muchas cosas, Dani, y aun así, me impresiona su forma de ver la vida. Es mucho más que una mujer que sólo folla y folla como tú pensabas. Es cariñosa, atenta, y está enamorada de ti. ¡Y le gustan los niños! Maldita sea, Daniela. Una persona así no se encuentra hoy en día.
- Lo sé, Nela. ¿Pero cómo puedo quedarme con una mujer que trabaja con el sexo? Por el amor de Dios, ¡tiene sexo con otras mujeres! Y no necesito describir todo lo que hace, porque lo sabes muy bien. Nunca podría aceptar la idea de que la mujer que es mi novia tenga sexo con otras mujeres.
- Pero Amalia dijo que no ha grabado desde el día que hizo esa escena contigo. - soltó mientras comía otro chocolate. - Creo que si hablas con ella y le dices que no aceptas su profesión, puede que cambie de opinión. Está loca por ti, Dani.
- Ella no cambiaría. Es su vida y nunca le pediría que lo hiciera. No tengo derecho a hacerla cambiar tanto.
Realmente no lo haría. Poche era una actriz consolidada en su campo, una persona conocida que creció gracias a la pornografía. Por muy repulsiva que sea esa idea, sería muy injusto para mí hacerla elegir entre su profesión y yo.
- Hablando de Amalia. ¿Qué tal la noche?
Nela soltó una risita incómoda y se encogió de hombros. Cuando la miré, me di cuenta de que su cara estaba ligeramente roja.
- Fue... ¡Increíble! No sólo la primera, sino la segunda, la tercera... ¡Ah, Dani! Creo que estoy enamorada de ella.
- ¿Lo juras? -pregunté, sentándome para observarla mejor.
- Sí, y ella parece sentir lo mismo por mí. Todavía estamos hablando, pero todo indica que estaremos juntas. No es tan vulgar como me imaginaba, ¿sabes? Es muy simpática, encantadora y sabe usar la lengua como nadie. - se rió y sacudió la cabeza. - Bien, ¡basta de hablar de mí! Estoy aquí para escucharte. ¿Qué vas a hacer? ¿Vas a dejar que se salga con la suya?
- Oh, Nela, yo no...
El ruido de mi teléfono móvil me interrumpió y, antes de que pudiera hacer nada, Nela saltó de la cama y lo cogió de la mesilla de noche, que estaba a su lado. Al principio sonreía. Pero pronto su expresión se cerró y me miró fijamente con cara de pocos amigos.
Y sabía exactamente por qué.
- ¿Qué carajo, Daniela? ¿Me quieres decir como es que te vas a encontrar con Josh esta noche y no me habías dicho nada?
Estaba indignada y yo también lo estaría si estuviera en su lugar. Pero todo tenía una explicación.
- Cálmate, ¿vale? Déjame explicarte...
- ¡Estoy esperando! - dijo, poniéndose la mano en la cintura.
- Me pidió cenar conmigo y acepté. Porque, Nela, nuestra última cita fue una mierda. Poche estuvo aquí y ya sabes lo que pasó. Sólo quiero reunirme con él para dejar las cosas claras y decirle que no hay vuelta atrás. Será nuestra última cita, definitivamente.
- ¿Y para eso necesitas verlo? Un WhatsApp lo resolvería todo, Daniela. No tienes que ir a cenar con él sólo para decirle que no vas a volver con él. Después de todo lo que ha hecho, ¡debería de sentirse avergonzado!
- Sólo voy a quitarle de la cabeza cualquier posibilidad de volver conmigo. No será un gran problema, lo prometo.
Sacudió la cabeza y suspiró, tirando mi móvil entre los dulces de la cama.
- Tengo un mal presentimiento sobre esto. No lo sé, pero creo que esta cena va a cambiar muchas cosas. Y sabes que cuando siento estas cosas, es porque realmente sucederán.
Un extraño escalofrío me recorrió el cuerpo y me puse de pie de inmediato, respirando profundamente. Todo era una tontería, ¿qué podía pasar? En el peor de los casos, sólo que volviera con él.
Y eso no iba a suceder.... No, en absoluto.
- No va a pasar nada malo, olvídalo, Nela. Cualquier cosa, le daré una patada en las pelotas y todo habrá terminado.
Se rió ligeramente y sacudió la cabeza, como si tratara de decirme que estaba loca. Pero nunca dije que fuera normal, así que. Lo único que tenía que hacer era ir a ver a Josh y terminar nuestra relación de una vez por todas.