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- ¡Poche! ¡Despierta, Poche! – Oí una voz que parecía estar muy lejos, llamándome. - ¡Joder, Poche, despierta! – Sentí una bofetada en la cara, precisamente cerca de la oreja.

Maldije y abrí los ojos aturdida, recordando la terrible pesadilla que había tenido y desesperada al mismo tiempo.

- ¡Calle! ¿Dónde está? ¿Está bien? – Me levanté y Nela me sujetó por el brazo, impidiéndome entrar en la sala de urgencias.

- Calma, hasta ahora no ha aparecido ningún médico. ¿Estás bien? – preguntó, alarmada por el arrebato que acababa de tener.

Asentí con la cabeza y traté de calmar mi respiración. Se dio la vuelta y fue a sentarse en el sofá con Amalia, que, como yo, dormitaba.

Todo era una pesadilla, una terrible, horrible pesadilla. Pero eso no me hizo estar menos preocupada. Eso no quita que el hecho de que esté ahí sea culpa mía. Si no hubiera dejado que mi orgullo hablara más fuerte, ella no estaría allí. Qué estúpida soy.
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- ¿Familiares de Daniela Calle? – Minutos después, un médico blanco y alto entró en la sala de espera, alertándonos.

Al mismo tiempo, Amalia, Nela y yo nos levantamos.

- Soy su novia.

- Mi nombre es Steven Strange. Soy el médico que lleva el caso de la señorita Calle.

- ¿Cómo está ella, doctor? – preguntó Nela. Haciendo que contenga la respiración en mis pulmones, por miedo a la respuesta.

Miró su ficha y luego nos miró a nosotros, dejando escapar un suspiro melancólico. Mi corazón se agitó.

- Debo decir que Calle tuvo mucha suerte. Tenía una alta dosis de drogas fuertes en su sistema y si ingería algunas más, seguramente tendría una sobredosis. – hizo una pausa. – También está muy deshidratada y tiene una ligera neumonía. De momento sigue durmiendo por los sedantes que tomó, pero ya está tomando suero y en cuanto su cuerpo esté limpio, empezaremos a tratar la leve neumonía que tiene.

Sentí que me quitaba un gran peso de encima. Mi mayor temor era que estuviera arriesgando su vida o incluso algo peor, como en mi pesadilla. Pero no lo era. ¡Ella está bien, está bien!

- ¿Tienes idea de cuándo podría despertar? – preguntó Nela.

- ¿Podemos verla ahora? – Escuché la voz de Amalia.

- ¿Puede tener un acompañante en su habitación? – Le pregunté, porque si podía, Nela me perdonaría, pero yo sería la que se quedaría con ella.

- Calma, una pregunta a la vez. – El médico se rió ligeramente. - Debería despertarse en unas horas, creo que sólo tiene cinco horas más de sueño, recordando que, como estos medicamentos son muy fuertes, podría despertarse y luego volver a dormirse, hasta que su organismo esté limpio. El horario de visitas es de ocho de la mañana a cinco de la tarde, así que sí, puedes visitarla. Acerca de que tenga un acompañante, la respuesta es sí.

- ¡Genial! – murmuré y miré a Nela con temor. Me miraba especulativamente. – Nela. – Empecé, pero ella extendió la mano, interrumpiéndome.

- Lo sé, Poche. Debes quedarte con ella. Tan pronto como se despierte, exijo que ustedes dos resuelvan esta situación, ¿me explico? ¡No soporto verlas a las dos sufriendo por tonterías!

- Estoy de acuerdo con Nela. Poche, se quieren. Ella no se casó, te quiere de vuelta, así que deja tu orgullo a un lado y vuelve con ella. Te mereces tener un final feliz.

Sonreí. En serio, por primera vez desde mi pelea con Calle, esbocé mi primera sonrisa sincera. Era bueno volver a tener el apoyo de los amigos, y eso es lo que estaba recibiendo.

- No hay que preocuparse, por lo que a mí respecta, Calle y yo estaremos juntas en cuanto se despierte.

Maldita sea, ¡ahora sí estaba en el camino correcto! No podía esperar a tener a Calle de vuelta conmigo, por fin sería mía. Totalmente mía.

ESTRELLA PORNO (caché) {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora