Capítulo 5

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Violet.

Pasaron días desde la última vez que los vi.

Me había mantenido en contacto con todos, haciéndoles saber que estaba bien y que mi tobillo ya había sanado.

Eren y yo no volvimos a tocar el tema, pues sabíamos que probablemente discutiríamos, así que ninguno de los dos dijo nada más. Lo único que hizo fue que cuando llegamos a casa fue abrazarme y arroparme hasta quedarme dormida.

Me hizo el desayuno al día siguiente e incluso invitó a Armin, quién había llegado con una deliciosa tarta de chocolate.

Todos estaban ansiosos porque volviéramos a vernos y no sé, tal vez organizar alguna fiesta o reunión pequeña. Porque Hange había insistido en que tenía que conocer a su medio hermano Moblit, quien siempre estaba ocupado en el trabajo y al mejor amigo de su hermano, Marco.

Debía confesar que de verdad me sentía ignorante a su lado, porque Hange era una científica reconocida y muy muy inteligente; Erwin era increíble en la administración y sobre todo un gran accionista en algunas empresas y por si fuera poco, también invertía en la bolsa. Digamos que es un hombre que sabe muy bien cómo mover el dinero.

Y Levi, pues Levi era llamado como el joven prodigio. Creando su propia empresa a corta edad, siendo uno de los Arquitectos más reconocidos y mejor pagados del mundo, y ni hablar de su gusto por el diseño de interiores.

Suspiré, recargada en el mostrador de la florería en la que trabajaba. Trabaja solo medio tiempo, porque cuando no me encontraba en la escuela, estaba aquí en la florería.

Ya había terminado de elaborar los arreglos que mi jefa me había ordenado. La señora Pieck, me había contratado en cuanto la conocí, dijo algo sobre que le gustaría que alguien tan amable como yo, atendiera la florería que su esposo Porcco había creado para ella.

Y no era un mal trabajo, me gustaba hablar con las plantas, tener un ambiente fresco todo el tiempo y sobre todo, realizar arreglos que le alegraría la vida a otras personas. Porque no existía flor que no animará a alguien.

La campanilla de la tienda sonó y vi entrando a Eren, acompañado de Mikasa, quienes últimamente pasaban mucho tiempo juntos.

. - Hola ¿Qué necesitan? - pregunté sonriéndoles.

Eren se sentó en el mostrador.

. - ¿A qué hora sales? - preguntó mientras olía la pequeña planta que estaba ahí.

. - A las siete, siete y media en lo que cierro ¿Por qué? - dije con simpleza, a veces venía por mi a la hora de salida.

. - Mikasa me dijo que Hange hará una reunión en su casa - me informó. - Te hemos estado mandando mensajes a tu celular pero no respondes.

. - Es cierto, me dijo que te avisará - dijo Mikasa.

. - Oh, es que me he quedado sin batería - alcé mi teléfono, para que notaran que no tenía batería. - Pero no creo poder ir, tengo que cerrar la tienda y aun me quedan unas cuantas cosas que hacer para la universidad.

«Pero ve tú, solo avísame si te quedas a dormir o te espero.  »

. - ¿Estás segura? - preguntó Eren algo desilusionado.

. - Sí - afirme restándole importancia al asunto. - Ustedes diviértanse, les prometo que la próxima vez sí los acompaño.

. - Está bien - suspiró mirando a Mikasa.

. - Dile a Hange que me disculpe, pero que estaba un poco ocupada - le dije a Mikasa a lo que ella solo asintió.

. - No te preocupes Violet, será para la próxima - me sonrío levemente.

Lo que no nos dicen del Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora