Levi.
La mañana siguiente, cuando desperté, ella no estaba a mi lado.
Había dormido más de lo que solía hacerlo, por lo que no me había dado cuenta de cuando se había levantado.
Mire a mi alrededor y al pie de la cama se encontraba uno de mis trajes embolsados, con varios productos alrededor.
Baje de la cama y me acerque, levantando la nota que había en el lugar.
¨La señorita Violet me pidió traerle esto, nos vemos en la oficina.¨
- Secretario Yoo.
Arrugue el entrecejo ¿Había tomado mi celular?
Salí de la habitación, la visualice en la cocina, moviéndose de un lado a otro. Colocando los platos sobre la mesa.
Realmente no podía entender el como una persona con mucha luz interna, podía tener un pasado muy oscuro. Y sobre todo, no podía comprender el porque me había abierto su corazón y declaro sus miedos.
Lamentaba que una persona tan buena como Violet tuviera que pasar por dichas situaciones.
Lo único que podía hacer por ella, era mantener alejado a su padre de su alrededor, para que no la molestara más.
Quería protegerla de todos los peligros posibles, porque desde que la conocí, esa extraña sensación de tener que cuidarla siempre no abandonaba mi pecho. Porque la manera tan cómoda en la que ella me hacía sentir, había despertado en mí las ganas de conocerla más, de saberlo todo de ella.
Pero aún había cosas que no debían suceder.
. - Buenos días - me miró regalándome una sonrisa. - Ven, vamos a desayunar.
Me acerque a la mesa y me senté.
Había de todo, fruta, panquesillos, tostadas, té, jugo y entre otras cosas más.
. - Buenos días - salude, notando que aun seguía en pijama. - ¿Desde hace cuánto despertaste?
No era la misma chica asustadiza de anoche.
. - No hace mucho, me desperté y vine hacer el desayuno - respondió sentándose frente a mi.
. - Debiste haberme despertado para ayudarte - le reproche, mientras tomaba una tostada.
. - No es necesario - negó con la cabeza. - Eres mi invitado y además, dormías tan profundamente que . . . no quería despertarte.
.- Hace tiempo que no dormía así de bien - confesé
. - Entonces me alegró de no haberte despertado - sonrío nuevamente, como si lo de anoche no hubiera sucedido, como si no hubiese desnudado su alma frente a mí. - Por cierto, tu teléfono estaba sonando y al ver el nombre de ¨Secretario Yoo¨ respondí, espero y no te moleste pero le pedí que te trajera unas cuántas cosas para que te alistes.
«Seguro y tienes cosas importantes que hacer en la oficina y sería mi culpa que no llegaras a tiempo, por haberte insistido a quedarte. »
La miré unos cuántos segundos, comiendo despreocupadamente, como si eso fuera todo lo que haría el resto de su vida.
. - No te preocupes, que no estoy molesto - dije mientras miraba mi reloj. - Me has ahorrado tiempo y ya no tengo que pasar a cambiarme. Gracias Violet, eres una mujer que piensa en todo.
. - No es nada, es lo menos que puedo hacer por ti - confesó. - Gracias por quedarte anoche y sobre todo por no odiar la versión débil y patética que viste en mi.
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Lo que no nos dicen del Amor.
Hayran KurguHabían estado perdidos toda su vida, divagando en el mundo como un cuerpo sin alma. Se dejaban guiar por el dicho de las almas gemelas, de que todos tenemos una media naranja. Se encontraron, sin saber, que son personas completas, que se amaban el u...