Lo que no nos dicen del Amor.

Capítulo 16

Violet.

Había pasado más de una hora en el cementerio.

Eren acaba de marcharse a casa con la razón de tener que asistir a sus practicas aun más tarde, porque a diferencia de mí, a él no habían podido otorgarle el día libre.

Y aun así le agradecía el tiempo que se había tomado para acompañarme.

Había presentado nuestro respeto frente a la tumba de mi tío, pero el vacío en el centro de mi pecho solo terminaba por hacerse más grande con cada segundo que pasaba.

. -Estoy apunto de graduarme, justo ahora realizo mis prácticas en una de las empresas más importantes - comenté, como si él aun pudiera oírme. - Si tan solo hubieses vivido un poco más, te habría llenado de obsequios y abrazos por todo lo que has hecho por mi.

«Te habría cumplido tu sueño de viajar en un barco naval y nunca más tendríamos que preocuparnos por el dinero.

Se que nunca te lo dije, pero . . . te amo tío Keith. Gracias por darme una oportunidad más para vivir. »

Limpié en silencio cada una de las lágrimas que se deslizaban por mis mejillas y toqué la lapida con mi mano izquierda tan solo un segundo, para después levantarme.

Sacudí la parte trasera de mi vestido negro con la palma de mis mano; rebusque entre mi bolso mi celular para revisar mis notificaciones.

Levi.

¨Estoy esperando, tomate todo el tiempo que quieras¨

Una tierna y cálida sonrisa se instaló en mis labios, al recordar todo lo que había sucedido con él todos estos últimos días.

Aquella cena, el casi beso, él abriendo sus sentimientos hacía mi. Lo cálido y gentil que había sido.

Y sin siquiera notarlo, aquel extraño vacío estaba a punto de llenarse.

. - Volveré pronto, nos vemos - susurré, haciendo una corta reverencia para comenzar a alejarme.

Caminando entre el suave pasto, sintiéndome un poco en paz. No era justo para mi tío Keith que lo recordará de una manera triste, cuando había agregado aquella felicidad a mi vida.

Salí del cementerio para verlo ahí, recargado en la puerta del copiloto . Vistiendo tan elegante como siempre, pero con aquel aire casual que solo lo hacía ver despreocupado.

Me era imposible no admitir la belleza que había en él, que atraía de una manera hipnotizante. Como los polos de un imán, cuando al principio los alejas y se siente aquel movimiento que reniega el rechazo, pero cuando cruzas aquella línea y los acercas más . . . se siente el impacto de algo que llevaba mucho tiempo esperando unificarse.

El mar tan oscuro y azul que llevaba en sus ojos, chocaron con los míos y no pude evitar ver esa pizca de alivio que ilumino su mirar.

. - Yo . .

. - Ni siquiera pienses en disculparte - me interrumpió.

. - No lo haré - respondí con una sonrisa.

Él asintió satisfecho.

. - Y bien . . . ¿Cómo te fue? - preguntó, mientras colocaba sus manos sobre mis brazos.

. - Bien, me siento tranquila - confesé, soltando un corto suspiro. - No llegará el día en que deje de extrañarlo, pero una parte de mí siempre seguirá viviendo por él.

. - Mientras lo recuerdes, él siempre vivirá. No se olvida tan fácil a los que amas - sonrió y pude sentir calidez con esa pequeña sonrisa.

Asentí y sin pedir permiso alguno, rodee su cintura con mis brazos, atrayendo su cuerpo junto al mío. Él lo dudo un poco, pero aun así me correspondió y me envolvió en los suyos también.