Violet.
Pude sentir como los rayos del sol ahuyentaban el aire fresco de la mañana, me removí un poco sobre mi lugar tratando de espabilarme.
Abrí los ojos cuando los recuerdos de la noche anterior golpearon mi mente de manera repentina, como si un shot de adrenalina se hubiera vertido sobre mi cuerpo. Fuí consciente de cómo una mano rodeaba mi cintura y al instante mis sentidos se maximizaron al sentir el calor de su cuerpo.
Se trataba de él, de Levi, me había abrazado toda la noche de manera inconsciente o tal vez consciente para sí mismo.
Me quedé quieta, sintiendo como su respiración era tranquila. Levante un poco su mano de mi cintura para poder girarme y mirarlo a la cara.
Su entrecejo estaba arrugado y me reí un poco a notar ese gesto tan característico de él que ni al dormir desaparecía.
Su agarre se volvió aún más fuerte y de un solo tirón me jalo aún más a su cuerpo.
. - Vas a desgastarme si sigues mirándome así - susurró, escondiendo su rostro en mi cuello.
Sonreí al sentir su toque, la manera en la que se acercaba tanto emocional como físicamente conmigo, me hacía sentir especial.
. - ¿Tú que no estabas dormido? - respondí acariciando su cabello.
Negó dándome cosquillas con su nariz. - No soy tan flojo como tú.
. - Oye, fuiste tú quién me mantuvo despierta la mayor parte de la noche - me quejé apartando su rostro para verlo.
Alzó su ceja en modo de desafío y colocó su rostro a la altura del mío.
. - No oí que te quejaras a noche- sonrió con orgullo.
Entorné los ojos al notar la sonrisa coqueta en su rostro, evitando que mis mejillas se sonrojaran.
. - Por cierto ¿Estás bien? ¿No te duele nada? - preguntó, adquiriendo un tono más suave en su voz.
. - Estoy bien, aunque me duelen un poco las caderas y las piernas pero es normal - confesé, palmeándolas sobre la sabana.
Él asintió y se acercó más a mi, quedando sentado a mi lado. Mis ojos viajaron a sus hombros, al inicio de su espalda donde estaban las marcas que yo había dejado.
Me senté de golpe tocando su torso desnudo con las llemas de mis dedos.
. - ¿Y a ti? ¿No te duele? - pregunte clavando mis ojos en los suyos, mirándolo con preocupación.
Él negó colocando una de sus manos en mi cintura.
. - Me siento perfecto, estoy muy feliz de que estés aquí conmigo -su mano acarició mi mejilla, apartando mis cabellos. - De que seas mía.
Sonreí, acercándome a sus labios para besarlo.
Su boca marcó un ritmo suave sobre la mía, su mano daba suaves caricias sobre la piel desnuda de mi cintura. Era nuestro primer beso estando juntos, en un día nuevo, en donde solo existíamos él y yo.
. - ¿Vamos a mi habitación? A darnos una ducha para desayunar algo - propuso a lo que yo asentí.
. - Muero de hambre -sonreí dando un casto beso en la mejilla.
Él sonrió, tomando una bata blanca que estaba a unos cuantos centímetros de nosotros. Me pasó una a mí y la otra se la colocó él, preparándose para salir.
(. . .)
Había tenido un poco de vergüenza que el personal pudiera vernos cuando ambos íbamos de camino a su habitación, pero Levi me había explicado que les había dado instrucciones de no aparecer hasta que él los buscará o les diera alguna señal. Eso me hizo sentir más tranquila, él siempre encontraba la manera de protegerme de ese tipo de situaciones.
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Lo que no nos dicen del Amor.
Fiksi PenggemarHabían estado perdidos toda su vida, divagando en el mundo como un cuerpo sin alma. Se dejaban guiar por el dicho de las almas gemelas, de que todos tenemos una media naranja. Se encontraron, sin saber, que son personas completas, que se amaban el u...