Lo que no nos dicen del Amor.

Capítulo 10

Levi.

Era el tercer cigarrillo que fumaba y tan solo eran las dos de la tarde.

Me encontraba en mi oficina, tratando de concentrarme, de mantener mis pensamientos separados y seguir con mi rutina diaria. Pero me era imposible.

. - Señor - la voz de Historia me hizo volver a la realidad. - Hay una señora que insiste en verlo, ya le dije que tiene agendar una cita pero se niega a irse.

«Dice que tiene que hablar con usted, que es sobre la señorita Violet».

¿Violet?

. - Dile que pasé - accedí, sentándome correctamente en la silla.

Segundos después, una mujer alta y de cabellera larga entro.

. - Buenas tardes señor Ackerman - se detuvo frente a mi escritorio. - Me presento, soy Pieck Finger, la dueña de la florería en la que trabaja Violet. 

. - Es un gusto señora Finger - arrugue un poco el entrecejo al escuchar sus palabras. - Espere . . . ¿dijo trabajaba? 

. - Si, Violet dejo la florería después del incidente de aquel día - me miro seria y decidida. - Lo reconocí en el video de seguridad.

«Sus acciones no fueron nada justas con la señorita Violet, debió haber escuchado lo que ella tenia que decir. »

. - Entonces . . . ¿vino a juzgarme? - pregunte confundido.

. - No, vine a entregarle una copia de aquel video, así usted puede juzgar todo lo que quiera basándose en los hechos - me ofreció una USB. 

La tome, colocándola en mi bolsillo. Tenia que verla cuanto antes, solo así sabría lo que de verdad paso.

. - ¿Algo mas?

Ella se puso de pie y rebuscó unos segundos en su bolso, dándome un pequeño sobre blanco.

. - Si después de ver las grabaciones, cambia usted de opinión y decide verla, dele eso de mi parte por favor - señalo el sobre. - No he podido contactarla y el apartamento en el que solía vivir . . . se encuentra vacío.

¿Vacío? ¿Por que se mudaría?

La ansía comenzó a crecer dentro de mi pecho y la culpa no tardó en hacerse presente. Me cegué en mi orgullo y ahora existía la posibilidad de que la única chica que me hacía sentir . . . ya no estuviera.

Ni siquiera me había dado cuenta de el momento exacto en el que la señora Finger había abandonado mi oficina.

Me senté nuevamente en mi silla, acercando mi portátil para introducir la USB en el. Le di click a la única carpeta que había.

Lo primero que pude observar fue a ella, caminando por todo el loca, asegurándose de que cada planta estuviera en su lugar.

La vi sonreír, justo después de haberse arreglado el maquillaje.

Tomo su bolsa y cuando estaba por apagar las luces, Isabel entro.

. - Disculpe, pero ya esta cerrado - explicó Violet.

. - Lose, prometo no demorar - anunció Isabel, haciendo que Violet frunciera el entrecejo.

. - No se a que . . .

.- Escúchame bien, que no me gusta repetir las cosas - Isabel la interrumpió, haciendo que Violet soltara su bolso sobre la encimera. - Mantente alejada de él, no te necesita.