11. Lo amé

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Hoseok quedó petrificado.
Todo había sido tan rápido que este sólo tuvo tiempo de caer de rodillas y manos al suelo, justo al mismo momento que Hyungwon lo hacía. El tiempo en el que el mayor estuvo ahí fue casi nulo pues de inmediato recogió su arma y corrió hacia este.
Nuevamente, las rodillas de Hoseok estaban sobre el suelo mientras sus manos temblorosas se acercaban al rostro y pecho de Hyungwon. Sus ojos comenzaban a arder y su pecho a pesar. El hombre que había estado ahí ya no importaba, ni siquiera sabían dónde había quedado.

—Hyungwon, oye, Hyungwon, aquí estoy mi amor, no te va a pasar nada... —La vista de Hyungwon estaba hacia el techo mientras pequeñas lágrimas salían de sus ojos. Poco a poco sus pupilas cayeron en Hoseok. — ¿Me escuchas? Aquí estoy. —Cuando sus lágrimas comenzaron a salir, sacó la sudadera que llevaba con él, la paso por su rostro y la colocó encima de la herida que dejaba salir sangre, ganándose un quejido de Hyungwon. — Aquí estoy, Wonnie, no me voy a ir ¿Mh? Así que no te duermas... —Toda la ropa de ambos comenzaba a tener destellos rojos por doquier. Hoseok se acomodó de una manera que la espalda de Hyungwon estuviera sobre sus piernas y entonces ocurrió... los ojos de Hyungwon se habían cerrado y un largo y doloroso quejido salió de Hoseok. — Hyungwon, abre los ojos, Won, no te duermas, por favor... — Hoseok comenzaba a menear a Hyungwon, intentando llamar su atención, lo que comenzaba a ser inútil. — Hyungwon, Hyungwon, ¡Hyungwon! —Changkyun se acercó al mayor y con una mano, tocó el hombro de Hoseok quien rápidamente la quito y jalo la playera de este. — ¡Llama a emergencias!

—No podem...

—¡Claro que si! ¡Llama a emergencias! Hyungwon, mi amor, despierta.

—¡No podemos, Hoseok! ¡No podemos ir a prisión ahora! —El mayor dejó salir más lágrimas y entonces recargó un momento su frente sobre su mano la cual estaba en el pecho de Hyungwon. En un par de segundos, sacó su arma, como pudo la recargó y apunto hacia Fai.

—Llama a emergencias, dirás que tú nos amenazante y que le disparaste. ¡Que tú hiciste todo!

—Aunque lo haga, ya es tarde para él. —La expresión dura y furiosa de Hoseok se ablandó un poco girando hacia Changkyun. Su barbilla temblaba un poco y sus lágrimas salían y salían. —Perdóname, Hoseok, era una broma, tú sabes que yo...

—Sácalo de aquí. —Ignorando a Fai, Hoseok se dirigió a Changkyun, quien separó un poco sus labios y luego tragó hondo. — Hazlo.

—Nos tenemos que ir todos.

—No...

—Hoseok...

—¡Ya tiene mis huellas! No tengo nada que perder, si ya lo perdí todo. —El sonido de autos comenzaron a aparecer y entonces Changkyun se acercó poniéndose de cuclillas.

—Dame tu arma, eres inteligente y vas a saber que decir. —Hoseok dudó un poco de las palabras pero luego lo hizo, se la dio. Changkyun se puso de pie y puso su mano nuevamente en su hombro. — Lo siento mucho, hermano.

La vista de Hoseok estaba pegada a un lado de la habitación incluso cuando alguien entró a esta. No fue hasta que un par de carpetas cayeron en la mesa que Hoseok llevó su vista primero ahí para finalizar en el hombre parado frente a él.

—¿Qué hacías ahí? Sabemos todo de ti, no estabas solamente para ir a tomar un té.

—Hyungwon es... era mi novio. Jamás me atrevería a tocarle un pelo.

—Debes saber quien lo hizo. —Hoseok pensó un par de segundos y entonces sus ojos volvieron a aguarse.

—¿En dónde está?

—¿En dónde más va a estar?

—¿Con quién está?

—Su familia, supongo. —Las lágrimas comenzaron a correr por las mejillas de Hoseok, así que cerró sus ojos.

—Yo no lo hice, no quiero que su padre crea que yo fui.

—Entonces dinos quien fue. —Aunque quería y debía hacerlo, moría por tomar venganza por su propia mano, hasta que se mencionó lo siguiente:— ¿Prefieres quedarte callado a la justicia de tu novio? Supongo que entonces estaba en el lugar incorrecto en el momento incorrecto.

—Park Fai. —Un hilo de voz salió de Hoseok. El gran nudo no le permitía hablar. — Él fue.

—¿Y en dónde podemos encontrar a ese Fai? —Su barbilla volvía a temblar y lágrimas salían aún con sus ojos cerrados. — ¿Nos escribirías su dirección?

—Estoy poniendo mucho en juego.

—Como los Chae, que están poniendo tantas cosas en juego para tener esa justicia... y tu vas ahí.

—No sé dónde vive Fai.

—Creo que no querías suficiente a... —Ni siquiera pudo terminar, las manos esposadas de Hoseok ya estaban tomando de la playera al oficial.

—No se atreva a decirlo. No vuelva siquiera a dudarlo. Yo lo amé.

—Si nos dices cómo contactar a Park Fai, incluso vas a poder verlo... despedirte. — Las cejas de Hoseok subieron y así de rápido, miles de lágrimas y gran quejido salió de él, dejando caer su cara sobre el hombro del señor, quien en un impulso, palmeó la espalda de este. — Tal vez duele, y no sé sinceramente cuánto, pero nos tienes que ayudar Lee.

MAPHIA (HYUNGWONHO//2WON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora