-Bueno, ¿entonces que hay entre tú y Liam Reed? - Volvió a preguntar Melisa.
- No se de que me hablas Melisa- Dije yo aún desconcertada, Liam no era un idiota así que seguro que no era de quién ella me hablaba.
-Elena, deja de mentir, hay fotos en Instagram de ustedes juntos- Dijo él más molesto que antes.
Inmediatamente Melisa sacó el móvil, y abrió Instagram, y divisé un post de cotilleos del instituto, donde salía una imagen de Liam y yo hablando en clase que ponía: Otra más que quiere acercarse a Black Reed.
Y así había después, un montón de comentarios, diciéndome cosas terribles por solo sentarme con Liam, y ni siquiera era por eso, sino porque la gente creía que me acercaba a él por su hermano, ¡Pero si ni siquiera sabía quien era!
Cuando acabé de leer algunos comentarios, se me escapó una lágrima, ya que entre ellos, había un comentario de Blake que decía que ni me ilusionase, que era una cerdita asquerosa, y muchos le respondieron riéndose.
-Ni siquiera sabía quien era...- Dije yo sollozando
- ¿No sabias quién era? - Preguntó Melisa sorprendida.
- No- dije ya llorando, menos mal, que el local esta medio vacío- Yo entré a clases, y lo vi allí solo, y se comportó muy bien conmigo, así que le dije que se sentase conmigo pero- No acabé de decir la frase cuando Marck me cortó.
-Porque no sabias quien era- Dijo Marck más relajado que antes- Ven aquí pequeña.
Le fui a abrazar, estaba rota, por esos motivos yo no tenía Instagram, la gente se crece cuando no ven a la otra persona a su lado, y aquellos que son unos cobardes en la cara, se crecen en las redes sociales.
No quería soltarme de Marck, no era muy fan de llorar, y no quería que nadie más me viese, los únicos que me veían así de frágil, eran mis dos mejores amigos, ni siquiera con mis padres solía llorar, pero esto me superó.
-Voy a averiguar quien ha hecho esto leoncita- Dijo él separándose un poco de mí.
Yo no dije nada, sabía que Marck cuando se empeñaba en algo, era imparable.
Después de que mis dos amigos me hicieran reír hasta que me olvidase de lo anterior, pedimos la comida y pase una media mañana genial con mis dos mejores amigos. Cuando acabamos, Melisa se fue al equipo de balonmano, y yo me dirigía hacia el de baloncesto acompañada de Marck, ya le había dicho que se fuese a casa, pero él no pensaba dejarme sola ni un segundo.
-Adiós Marck- Le dije apartándome un poco de su lado.
- Si pasa algo me avisas- y Se acercó un poco más a mí y me dio un beso en la frente.
No dejaba que nadie hiciese eso, ni siquiera que me tocasen, pero con Marck y melisa era diferente, los dos sabían cuando necesitaba realmente que estuvieran cerca.
Me adentré más hacia la cancha de baloncesto, me dirigí hacia el vestuario, y me cambié al equipaje de entrenar.
Al salir, y estar hablando con mis compañeras de equipo, llegó mi entrenador y empezamos con el entrenamiento.
A mitad del entrenamiento llegó alguien al entrenamiento, era Liam, aunque parecía que no quisiera que nadie supiera que él estaba allí.
Lo que quedaba de entrenamiento hicimos un partido, y solo escuché a Liam gritar cuando llegó el final y marqué un triple desde medio campo. Después de que mis compañeras se fueran rápido porque había una fiesta en casa de como no Black Reed, me quedé un rato practicando el tiro.
- ¿Tú no te vas a la fiesta de mi hermano? - Dijo Liam pasándome el rebote de mi último tiro.
-No se porque, pero no me apetece mucho ir- Dije yo riéndome
- Estoy sorprendido- Dijo Liam.
- ¿Por qué, tan mal juego? - Pregunté yo haciéndome la ofendida.
-No es eso, y lo sabes, es porque no me has gritado cuando me has visto, porque no me dirás que no lo has visto- Dijo él pensando en esa posibilidad.
-Si lo he visto- Dije yo un poco más seria- Pero tu no has hecho nada, al que debería de mandar asesinar es al imbécil de tu hermano.
-Veo que coincidimos ya en dos cosas- Dijo el riéndose
- ¿Cuál es la segunda? - Dije yo sabiendo en ese mismo momento que él odiaba más que yo a su hermano.
- Esto- Y se alejó de la canasta, casi desde medio campo y tiró un tiro perfecto.
-Veo que el señor Liam Reed esconde muchas cosa- Dije yo sorprendida.
-Siento por no haberte dicho quien era, por mi culpa te has metido en un lio- Dijo el un poco apenado.
-No te disculpes, yo tampoco pregunté, y ahora me alegro de no haberlo sabido, si lo hubiera sabido no me hubiera acercado hablarte ni loca- Dije yo riéndome.
Estuvimos jugando un rato a baloncesto los dos, realmente el chico no había tenido suerte antes, él era realmente bueno, pero yo lo era más. Así supe que él jugaba en el equipo masculino, la verdad que me avergoncé al escucharlo, porque así sabría que nunca iba a los partidos de otras cosas que no fueran los míos, y los de mis amigos.
Cuando acabamos, recogí mis cosas y me disponía a salir cuando Liam me llamó.
-Esto Elena, se que te va a parecer raro, pero ¿puedo dormir en tu casa? - Me quedé en shock, estaba por responderle cuando el continuó hablando- No me apetece estar hoy en mi casa rodeado de gente bebiendo, vomitando y otras cosas más- Dijo él un poco avergonzado.
- Claro, vente, no hay problema- Le dije yo con una sonrisa.
- ¿Es enserio?- Preguntó el dudoso.
-Pues claro, mis padres no estarán en casa, pesto que sus trabajos siempre los mantienen ocupados, y mis hermanos hoy no llegarán hasta tarde, además, mis padres siempre dicen que hay que echar una mano a quien lo necesite, y veo que tu lo necesitas- Dije yo riéndome.
La verdad es que no estaba muy segura de lo que estaba haciendo, a ver, él era un chico de clase, no era un psicópata ni nada así por el estilo, o al menos es espero, y yo en su misma situación necesitaría que me echasen una mano.
-Solo una duda, dime que tienes medio de transporte- Dije yo esperando que dijese que sí.
-Si, si que lo tengo, está ahí- y giré mi cabeza hacia donde apuntaba, mala idea Elena.
Era una moto, una preciosa y peligrosa moto.
-Júrame que sabes conducirla muy bien- Dije yo muy nerviosa.
-Te lo juro- dijo el riéndose de mi
Él se montó en la moto, y esperó a que yo me pusiese el casco y estuviera completamente segura para arrancar el motor, pero antes se me escapó una pregunta sin pensar.
- ¿Cuántas sorpresas esconde el genial Liam Reed?
- Muchas- Dijo el riéndose y empezando a poner en marcha esa máquina del mal.
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Dos Diamantes Sin Pulir
Teen FictionEra el último curso para Elena, todo parecía tranquilo,bueno más bien como otros años, nada diferente. Para Liam, era todo lo contario, su único objetivo era cambiarlo todo. Que pasaría si al inicio de curso, una simple confusión de nombres los pusi...