El estruendo se hizo mayor debido a la gente que había por al rededor que empezó a gritar como loca.
Corriendo aún cogida de la mano de Marck, me dirigí hacia aquella ventana que ágora estaba echa añicos.
Poco a poco vi como la gente rodeaba un ladrillo que ponía en la cara de la misma:
"Para Elena"
Con miedo en el cuerpo y con cierta idea de quién era pensé en abrirla pero, no sin antes disipar a todo el mundo de al rededor diciendo que era una broma del vecino de Marck.
Para estar más tranquila subí corriendo a la habitación de Marck, intentando perder la pista de este que estaba muy insistente en saber que era
Llegué a la misma y cerré la puerta, y cuando me senté en la cama, procedí a abrirla.
"Querida Elena:
No se cuantas veces te lo tengo que decir, aléjate de Liam, pero como para ti no existen las cosas por las buenas, he tenido que recurrir al público.
O te alejas de él o me encargaré de que tu vida sea un completo infierno y ya de paso, la de tus queridisimos amigos. ¿Qué tal si empezamos con Marck?"
Nada más acabar de leer, salí corriendo de la habitación, necesitaba encontrar a Marck, saber que estaba bien.
Joder no lo encontraba. Poco a poco empezaron a brotarme las lágrimas, si le había pasado algo, había sido mi maldita culpa, y jamás me lo perdonaría.
Y con todo esto agobiandome y siguiendo sin encontrarle empezó a darme un ataque de ansiedad.
Fui quedándome sin aire, no podía casi respirar, mis manos comenzaron a temblar, estaba en plena crisis. No aguantaba más.
Entonces y justo entonces sentí, varios brazos abrazándome y a gente hablándome cerca, pero yo no escuchaba nada, simplemente lloraba.
De pronto sentí como me movía, pero yo no estaba haciendo nada, no estaba moviendo ni un músculo, y en menos de tres minutos estaba sentada en algo blandito.
-Elena respira- Escuchaba desde fuera.
-Estamos aquí Leoncita, no pasa nada- Y cuando escuché ese mote, no podía ser otra persona que Marck, pr lo que por un impulso nervioso salí corriendo a abrazar de donde procedía la voz.
-Estas bien, estas bien- Decía yo sollzando y casi inentendible.
-Tranquila pequeña, todo está bien- Escuché a Liam, mientras que sentía que me acariciaba la cabeza.
Poco a poco me fui calmando y después de tanta adrenalina, mi cuerpo ya no podía más y poco a poco caí en un sueño muy profundo, estando aún en los brazos de Marck.
Los rayos de luz empezaron a darme en los ojos, y como le molestaba decidí levantarme a cerrar la persiana, pero en el momento en el que abrí los ojos, enseguida reconocí que ese no era mi cuarto, sino el de Marck.
Decidí salir a buscarlo, y cuando llegué a las escaleras pude escuchar una discusión acalorada de dos voces que ya conocía muy bien.
-¡REED, DE QUIEN ES ESTO!- Gritaba Marck.
-¡YA TE HE DICHO QUE NO LO SÉ, SI LO SUPIERA YA ME HABRÍA ENCARGADO DE ÉL!- Contestó Liam en el mismo tono.
-Chi-chi cos, que pasa?, por que gritais?- Digo yo temblandome la voz.
-Elena!-Dijo sorprendido Marck.
-La misma, ahora explicarme que pasa.- Dije yo con la misma cara de susto que antes.
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Dos Diamantes Sin Pulir
Dla nastolatkówEra el último curso para Elena, todo parecía tranquilo,bueno más bien como otros años, nada diferente. Para Liam, era todo lo contario, su único objetivo era cambiarlo todo. Que pasaría si al inicio de curso, una simple confusión de nombres los pusi...