Después de aquella terrible pesadilla no hubo más problemas esa noche, bueno o eso creía.
Me desperté al escuchar a mis hermanos abajo, haciendo algún alboroto, no me sorprendí mucho, porque es lo que siempre hacen cada mañana, por lo que al ver que aún me quedaba una hora para que sonase mi despertador decidí volver a dormirme, pero justo cuando puse mi cabeza en la almohada, vi un colchón vacío.
Espera, un colchón vacío....
Mierda, Liam.
Salté corriendo de mi cama y bajé hasta el comedor, y como ya me había esperado encontré a Liam, atado a una silla, con la boca precintada, rodeado por mis dos maravillosos hermanos.
-¿Se puede saber porque narices habéis atado a Liam?- Pregunté yo marcando cada palabra que decía.
-Con que así se llama este bastardo...- Dijo mi hermano Aiden.
-Elena, la verdadera pregunta es, ¿Qué carajos hacia este chico en tu cuarto? - Preguntó Noah exaltado.
- A ver, todo tiene una explicación- Dije yo más calmada que antes.
Mientras que les iba contando la historia, mis hermanos le mandaban miradas a Liam, para que fuese confirmando lo que yo iba diciendo. Él estaba un pensándolo un poco, pero sin duda me dio la razón.
- ¿Y a ti señorita, no se te ocurre avisarnos? - Preguntó Aiden.
La verdad, es que no se me había ocurrido, me lo había pasado también la anterior noche que no pensé en mis maravillosos hermanos, nótese el sarcasmo.
-Se me olvidó, pero so no le da a ninguno de los dos el derecho de atar a mi invitado a una maldita silla- Le digo a los dos con tono de reproche.
-Bueno a ver, tienes razón, pero.... ¿Y si te digo que te hemos hecho tortitas? - Dijo mi hermano esperando a que eso realmente me calmase. Y que verdad, porque no hay nada que me alegre más que tener un desayuno delicioso.
Salí corriendo a la cocina para ver si lo que decían mis hermanos era verdad, y si, de verdad que lo habían hecho. Nada más verlo me senté a comer esas tortitas.
-¿Sabíais que me iba a enfadar y por eso hicisteis tortitas no, para chantajearme?- Pregunté yo con un trozo de tortita aún en la boca.
-Bueno, sí- Dijeron los dos a la vez.
Se sentaron a la mesa y empezaron a desayunar conmigo, empezamos a hacer tonterías como siempre que estábamos los tres solos, pero como a los quince minutos, tenía la extraña sensación de que se me olvidaba algo...
-Mierda Liam- Dije por segunda vez en el día. Salí corriendo hacia donde Liam para encontrármelo ahí en la silla, demasiado tranquilo diría yo. Cogí unas tijeras que encontré por el salón y empecé a quitarle las cintas adhesivas y las cuerdas con las que le habían atado mis hermanos.
-Lo siento dije yo apenada- Sabía que después de aquello Liam no querría volverme a ver ni en pintura.
De repente Liam comenzó a reírse, espera, ¿enserio se está riendo?, Liam se levantó de la silla y me dio un abrazo, enserio que a este chico le gusta jugar con su vida, ya que mis hermanos estaban detrás observando, pero eso a él le importaba bien poco.
-Mira Elena, voy a venir siempre a tu casa si hacéis esto todos los días- dijo él aun riéndose- en mi casa jamás se les ocurriría una locura así- acabó el quitándose una lágrima del ojo de lo mucho que se reía.
-Chico, o tu estas loco, o tu vida es demasiado aburrida- Dijo mi hermano Aiden desde la cocina, ya que como no, estaban metiendo la oreja como cotillas que son.
-La primera- contestó él con una sonrisa.
Yo seguía toda sacada de onda, enserio acababa de decir que quería volver a mi casa, enserio que eso es un milagro, mis hermanos han espantado con el mismo método a todo el mundo que intentaba acercarse a mi persona. Y a él le había parecido gracioso, este chico enserio que es único.
En ese momento sentí a alguien detrás de mi y sentí una respiración en mi oído.
- ¿Sabes una cosa? - Y sentí a Liam abrazándome por detrás en la cintura- Te ves hermosa con ese pijama.
Flipé, flipé en colores, enserio me acababa de decir eso, acabábamos de conocernos, y si había confianza, pero no tanto como para decir esas cosas, espera, iba en pijama, con mi pijama de Bob Esponja, que me había puesto ayer. Madre mía que vergüenza. En ese momento no es que estuviera roja es que había pasado a ser un completo tomate.
-Elena, ¿no vas a ofrecer a tu amigo a que venga a desayunar? - Me sacó de mis pensamientos mi hermano Noah, que había venido de la cocina al no escucharnos.
Yo doy gracias a que en ese momento en el que yo estaba en mi mundo, Liam me había soltado y mi hermano no lo había visto, por que si no lo hubiera vuelto a atar a la silla.
-Perdona, es que estaba en mis pensamientos, ¿te apetece desayunar con nosotros Liam? - Le pregunté yo.
-Por supuesto que sí, me muero del hambre.
Volvimos todos a la mesa, y en vez de ser incómodo como parecería, la verdad es que Liam se unió a nuestras tonterías.
Cuando acabamos de desayunar, nos alistamos para ir a clase, mis hermanos le dejaron ropa a Liam para que no fuera con la ropa de ayer a clase.
-¿Os llevo enana?- Dijo mi hermano Noah.
-Lo primero, yo no soy enana, soy bastante alta, otra cosa es que vosotros seáis gigantes- Dije señalando a mis hermanos y a Liam, ya que los tres eran altos- Y lo segundo es que Liam nos llevará en su máquina del mal.
- ¿Máquina del mal? - Preguntó Aiden.
-Se refiere a mi moto- Contestó Liam
- ¿Enserio has conseguido que la enana se suba a una moto? - Le preguntó mi hermano Noah asombrado.
-Parece que a la señorita le gusta que sea don temerario- Dijo el riéndose, ya que en el día de ayer mientras que veíamos series se me ocurrió ese mote para su forma de conducir. Se que no es muy buen mote, pero le encontraré uno mejor.
-Bueno nos vamos cabezas huecas, no me apetece llegar tarde- Me despedí de ellos con un beso.
Salimos de la casa y Liam me lanzó el casco de debajo del asiento
-Ey enana- Me gritó él.
- ¡Oye! Pero que manía, que yo no soy bajita- Dije yo ofendida.
-Perdona perdona, venga súbete a la moto – Dijo el riéndose.
Me subí a la moto y me agarré bien fuerte de Liam, y cuando empezó a sonar el motor de la moto pude escuchar a Liam diciendo algo en voz baja.
- Paso uno completado- Susurró
Y aquello me hizo preguntar a que narices se refería con paso uno.

ESTÁS LEYENDO
Dos Diamantes Sin Pulir
Teen FictionEra el último curso para Elena, todo parecía tranquilo,bueno más bien como otros años, nada diferente. Para Liam, era todo lo contario, su único objetivo era cambiarlo todo. Que pasaría si al inicio de curso, una simple confusión de nombres los pusi...