13. Una Carta

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 POV. Liam

-Espera Liam- Dijo una voz detrás de mi.

Seguí con mi camino, puesto que no quería escuchar nada de ese idiota, pero tuve que frenar en seco cuando esté me agarró del hombro por lo que me giré para hablar con él.

-Que quieres Marck- Le dije un poco seco ya que seguía enfadado por lo de hace un momento.

-Solo quiero dejarte una cosa clara Reed, que ni se te pase nunca por la cabeza que Elena llegará a ser tu novia- Me dijo el como dándome una orden.

-Que gracioso Marck; enserio, me hace tanta gracia que intentes darme una orden- Me fui acercando más a él- Mira don perfecto, quiero recordarte dos cosas, la primera, yo haré lo que me de la gana, además; no creo que se fijé en ti, estas en la zona de amistad- Le dije sonriendo cinicamente.

-Serás...- No le dejé seguir hablando.

-No no no, aún no he acabado de hablar, la segunda; por si se te había olvidado, no creo que a Elena le haga mucha gracia el echo de saber el porqué repetiste, no?- Le dije sonriendo sabiendo que había ganado al ver su cara de horror y sorpresa.

-¿Tú como sabes eso Liam?- Me preguntó enfadado.

-Digamos que investigué un poco- y después de decir eso, seguí con mi camino.

-Liam, me da igual lo que hagas pero aléjate de ella- Le escuche diciéndome a mis espaldas.

POV Elena

Hace rato que se ha ido Liam y detrás de él Marck, me preocupa que está pasando, pero solo el echo de volverme a ser el centro de atención me hace no querer levantarme de la silla.

Me quedé hablando un rato con Melissa hasta que gracias al cielo sonó la bendita campana, nunca he estado más feliz de entrar a clases.

El resto del de las clases pasaron sin ningún incidente y extrañamente sin nadie que me dijese nada.

Por lo que me decidí ir a guardar las cosas a mi taquilla.

Mientras estaba abriendo la taquilla llegó Moira.

-Hola Elenis- Dijo ella con una cara de no haber roto un plato, algo que me decía que huyese- ¿Me explicas como es que esos dos te han estado defendiendo de esa manera en la cafetería?- por eso esa sonrisa, al menos estaba más tranquila.

- No lo se Moira- Le dije guardando mis cosas- Ellos simplemente se levantaron solos.

-Va venga por favor Elena, o estas ciega o tonta- Me dijo ella con un tono de desesperación

No le hice mucho caso ya que en ese momento me fijé de que había un sobre blanco en mi casillero, por lo que mientras Moira me hablaba de no se que, abrí ese sobre.

" No estás haciendo lo que te dije, aléjate de él o habrán terribles consecuencias para tus familiares y amigos"

Me tuve que poner más blanca que un papel, ya que Moira dejó de hablar y rápidamente me quitó el papel de las manos y empezó a leerlo.

-Elena,¿a qué se refiere con qué no estás haciendo lo que te dijo?- Me preguntó ella muy seria.

-Moira me tengo que ir, luego hablamos- Le cogí la carta de las manos y salí de allí corriendo dejándola allí quieta a su amiga sin entenderla.

Llegué hasta la salida y seguí corriendo, hasta que una mano me agarra del brazo para que parase.

-Elena, ¿Porque corres?- Me dijo la última persona a la que yo quería ver en este momento, Liam Reed.

-Dejame en paz Liam- Le dije llorando- No te quiero cerca mío, ¿Me oyes?.

-Princesa, que pasa, por que estás así- Me dijo preocupado.

-Sueltame Liam- Le dije zarandeandole el brazo- Aléjate de mí- Añadió siguiendo entre lágrimas.

Liam pareció entender lo que estaba pasando por lo que vio el papel en mi mano y lo cogió.

Inmediatamente después de leerlo, su expresión cambió a una de enfado.

-Donde has encontrado esto Elena- Me dijo con un tono de rabia

-Estab en mi casillero- Le dije aún con lágrimas en los ojos- pero eso no es lo que importa Liam, sueltame, me quiero ir a casa y te quiero lejos.

El ni siquiera se inmutó, estaba ahí quieto sin soltarme y yo no podía más.

Al fijarme al rededor me di cuenta de que había mucha gente mirándonos, lo que me puso mucho más nerviosa y con más ganas de salir de allí.

- Por favor Liam- Le suplique.

El siguió sin soltarme pero algo le pasó por la mente que empezó a moverse llevándome con él.

-¿Que haces Liam, a donde me llevas?- Le dije aún sollozando.

Poco a poco nos fuimos alejando de la gente, y pude ver como nos acercábamos a la moto de Liam.
Sin siquiera preguntarme, me pusp el casco y me subió a la moto, sin saber yo con que fuerza pudo levantarme, y se colocó para arrancar esa máquina del mal.

El viaje estaba siendo en el completo silencio, y estaba segura de que me llevaría a mi casa, pero cuando  pasamos por al lado de esta, me empecé a asustar.

-Liam, ¿A donde vamos?- Le dije sin intentar disimular.

El siguió sin contestarme nada, su mirada estaba fija en la carretera, entonces le volví a preguntar que a donde me llevaba.

-Simplemente agárrate de mi Elena, el camino tiene muchas curvas. - Dijo él, aunque en su voz pude notar un poco de nerviosismo en su voz.

Sin saber porque obedeci a lo que me dijo y lo abracé fuertemente de la cintura.

Al hacerlo, sentí una corriente eléctrica por todo mi cuerpo y una sensación de estar agusto, como aquella vez en mi casa cuando Liam me abrazó después de aquella pesadilla.

Y sin darme cuenta empecé a sonreír como tonta.

Espera, que me pasa, ¿Porque estoy sonriendo?

Este chico está siendo un problema desde que apareció en mi vida, no ha echo más que darme problemas.
Pero aún así todo el tiempo que he estado con él, me he sentido diferente, me he sentido querida y protegida como nunca antes, incluso mucho más que la sensación de calidez con Marck.
Y para que mentirnos, no quería que se alejase, este chico había tocado mi mundo y no quería que se fuera.

Después de pasar varios minutos pensando, empecé a observar el camino.

Era precioso, una vista que cualquier persona pagaría por verla, estábamos en medio de un pequeño bosque que estaba a la salida de la ciudad donde vivimos.

El olor a la tierra húmeda y a vegetación entraba por mis fosas nasales y tengo que admitir que amaba ese olor a naturaleza y libertad.

Pasado un rato de aquel viaje, llegamos a la cima del monte, en el que se veían unas vistas preciosas de la ciudad.

Esa cima era una zona de recreo turístico que se había abandonado con el paso del tiempo y era un lugar al que poca gente iba, por lo que no era de extrañarse que estuvieramos los dos solos.

Lo raro

Había una manta de picnic con una manta puesta en el suelo encima de aquel monte.

Mire a Liam para saber si eso era suyo y al responderme con una sonrisa averigüe que mis sospechas eran ciertas.

Pero, ¿Porque había montado todo esto, es más, cuando lo había montado?


Dos Diamantes Sin PulirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora