Pedido por sfcr_12 Female!Reader Personalidad: directa y bromista. Temática: amigos con derecho Contenido sexual: si. Tipo de contenido sexual: normal
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Advertencia: este capítulo contiene contenido sexual. Si no te gusta este tipo de contenido, no sigas leyendo, aunque eso implique que perderás información de la historia.
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Un mal día para empezar. Primero, empezó con una discusión con su jefe diciéndole que sus dibujos eran ridículos y no tenían ni una pizca de gracia. Segundo, sus amigas le dijeron que hoy no podían quedar porque le surgieron otros planes -la típica excusa del día-. Y, por último, ¡un compañero suyo la empujó y tiró su comida al piso! Le dieron ganas de cogerle por el cuello e insultar de todas las maneras posibles. Solamente deseaba que el día fuese perfecto. ¡Una mierda!
Necesitaba desahogarse de alguna manera por este día tan mierdoso. Mientras tomaba su segundo café del día, echaba un vistazo a los contactos de su WhatsApp. La única persona que le podía alegrar el día era cierto pelirrojo con mala uva y amante de la mecánica. Eustass Kid no se negaría a tomar una cerveza con ___. Ambos eran amigos desde la infancia junto con Killer. El pelirrubio estaba más tiempo fuera que con ellos debido a su trabajo.
___ escribió un mensaje a Kid preguntándole si estaba disponible para hacerle una visita después de trabajar. Él respondió inmediatamente que sí enviando un emoji de diablo sonriente. La peli-(c/c) surcó un poco los labios sabiendo lo que significaba y siguió con el juego. Cuando uno iba creciendo cosas se daba cuenta, como es el sexo. Ambos al llegar a la pubertad sentían ciertas necesidades y los dos pactaron en tener ese tipo de relación a solas. Amigos con derecho a roce. A ella le importaba poco si su amigo tenía relaciones sexuales con otras o viceversa. Pero eso sí, le pedía que se pusiera condón algo que a Kid lo odiaba.
Solo quedaba una hora para salir del sitio mugriento. A ___ le daban ganas de quemarlo todo, aunque eso la convertiría en una pirómana activa. Las llamas del fuego hipnotizaba. Ella estiró los brazos con cansancio y aburrimiento ya deseando salir de aquí. Ya el reloj marcó la hora. La joven tomó su bolso y su móvil para retirarse del lugar e ir directamente al coche que estaba aparcado en el parking que ofrecía su empresa. La casa de Kid estaba a treinta minutos en coche.
