Capítulo 4

694 57 1
                                    

"Nada es tan malo como parece, ni tan bueno como queremos"

Jimin quería arrojarse de un puente. No era posible todo lo que le estaba pasando, y junto a un insoportable hombre, que lo único que hace es, arruinar sus días.

Para colmo, si Jimin sube a un elevador, es solo para evitarse tantas escaleras y pisos, lo que nadie sabe es que, cada vez que lo hace, tiene una pequeña voz en su cabeza que le da miles de posibilidades en las que puede morir asfixiado dentro de ese reducido espacio.

Y en este momento, uno de sus peores miedos se está volviendo realidad, para su mala suerte, es frente a el chico menos indicado.

O almenos eso pensaba park.

— mierda — Jungkook fué hasta las puertas e intentó abrirlas, fallando terriblemente. —¡¿Hay alguien ahí?! — Luego golpeó las puertas en un intento de que alguien los escuche. gritaba con frustración.

Pero nada comparado a lo que el chico a su lado estaba sintiendo.

Jimin sentía que poco a poco dejaba de respirar, sus manos, al igual que todo su cuerpo, comenzaban a sudar frío y a temblar inconscientemente.

— jungg...kook —logró llamarlo.

La voz de Jimin era débil, como si hubiera corrido un maratón.

Eso captó la atención del ya frustrado pelinegro.
Cuando  volteó a mirar al rubio y notó como palidecia y respiraba con dificultad, se tensó.

Por un segundo, su corazón dejó de latir, la sangre se le fué a la cabeza y sus músculos se contrajeron.

— Hey, bonito ¡¿que pasa?! — jungkook lo tomó por la cintura antes de que su cuerpo caiga directamente en el piso del elevador.

Lo recorrió hasta la orilla, para recargarlo en una de las paredes.

— No.. pue..do.. respi.. rar

— Todo estará bien, nos van a sacar de aquí. —Jeon no sabía que más hacer — respira profundo, por favor. — Jimin hacía lo que jungkook pedía, sin embargo, no ayudaba mucho.

Jungkook dejó a Jimin deslizarse por la pared, y lo acomodó sentado en el piso, para volver a las puertas y intentar abrirlas de nuevo, o gritar y ser escuchado.

Y ésta vez, afortunadamente, alguien por fin lo escuchó.

— ¡Tranquilos, la ayuda ya viene! — avisó, y Jeon pudo respirar aliviado.

El pelinegro volvió con el rubio para ayudarlo a levantarse, y una vez que lo hizo, el rubio pareció volver a caer, pero jungkook lo tomó fuerte, haciendo que el también tropezara y calleran los dos recargados en la orilla, quedando muy cerca del otro.

Los dos se sonrrojaron pero nadie dijo ni una sola palabra. Jeon se acercaba cada vez más, llegando a rozar los gruesos labios de park, y Jimin se olvidó por un segundo de que se estaba muriendo.

— ¿esán bien, chicos?

La ayuda había estaba ahí, sorprendiendo a los dos que estaban adentro, quienes se separaron de inmediato.

— Si, estamos bien, gracias. — respondió un sonrrojado jungkook

Jeon ayudó a Jimin a salir con cuidado del elevador, así como también a llegar a su habitación tomándolo del brazo en todo momento.

— Tampoco me fracturé un pie ¿sabes? — el pelinegro se sonrrojo ante el comentario y soltó el brazo del más bajo, dejándolo en la puerta de su hogar.

— ¿seguro que estas bien? podemos ir a..

—  Estoy bien. — se volvieron a mirar nerviosos

Se despidieron con la mano de una manera incómoda y luego Jungkook se fué.

¿Que es lo que había pasado?

Jimin estaba bastante confundido, con sus sentimientos, y con lo que iba a hacer, o mejor dicho, con lo que no hizo por detener a jeon.

Jimin se convenció de que solo estaba alucinando cosas por la desesperación del momento y nada más, Jungkook nunca lo besaría ¿o si?

.
.
.
.

Jungkook entró a tomar una ducha y quitarse tantas cosas y sentimientos raros de la cabeza.

Tal vez al principio Jimin le atrajo mucho físicamente, pero no pensó que ese niño llegaría a hacerle sentir tanto. De todos modos, quería ignorarlo, jamás se lo diría, solo le demostraría a hoseok que cualquiera se rinde a sus pies y pensándolo bien, no había hecho mucho para llevarselo a la cama.

El timbre sonó. Lo cual era raro por que no esperaba a nadie a esas horas.

Colocó una toalla alrededor se su cintura y fue a abrir la puerta. Lo que no esperaba, era ver a park detrás de ella, con su cabello rubio ligeramente desordenado, un pijama de pantalon y camisa de seda azul.

Tan jodidamente perfecto. —¿Jimin?

—cuando llegué de la universidad, dejé mis cosas aquí.

—Pasa..

Jimin entró a paso lento y observó su mochila en el sillon, la tomó y hizo ademán de irse, sin embargo, la mano de jeon lo detuvo.

—¿Que..— no pudo terminar de hablar por que jungkook lo empujó al sillón, le arrebató la mochila y la tiró a un lado.

—¿Así nada más? ¿no se te olvida algo más, jiminie?

Jiminie..

—No..

Jungkook sacó de su bolsillo, el dije brillante y lo puso frente a los ojos color miel de Jimin. Él estiró su mano para poder tomarlo, pero una vez más, jeon no lo dejó.

Jungkook cerro su puño enterrando completamente el objeto ahí.  Se acercó peligrosamente a la boca de Jimin, sonrrojandolo; La boca de jeon se dirigio al oído del rubio y comenzó a chuparlo con lentitud, dejando atonico a Jimin

— jung.. Kook.. ¿Que haces?

— Sabes lo que hago, y también lo deseas, no mientas.

Jungkook bajó su mano desocupada, recorriendo el brazo de park, llegando hasta su cadera, y sin dejar de chupar su oreja, apretó la pierna de Jimin.

—¡Que no! —Jimin empujó a Jungkook fuera de él, dejándolo completamente confundido.
—Tu tienes novia, jeon —Jungkook lo observó con confusión.

—¿De dónde sacas eso?

—¿y la chica del elevador? — Se cruzó sus brazos.

Jeon soltó una risita, meneando su cabeza de un lado a otro.

—¿De que te ríes?

—Ella no es mi novia. —Jimin fruncio el ceño, pero luego lo borró y sonrió irónico.

— Claro, disculpame, se me olvidaba que hablo con él todas mías. No es tu novia, solo una más del montón ¿no?

—Ella no tiene problema con eso ¿Por qué tu sí?

—Porque no seré parte de ellas, así que deja de intentarlo, jamás vas a conseguir nada de mi ¿entiendes? — se dirigió a la salida —Y, nadie me llama park, pero tu hazlo, porque no tienes nada que ver conmigo. Es más, ni siquiera recuerdes mi nombre, no me hables.

Jimin salió de ahí, azotando la puerta detrás de él. Se sentía usado, al sentirse tan bien con unas caricias que un hombre como él, le entrega a cualquiera. Tal vez no era la mejor persona del mundo, pero tenía claro que no se merecía ser el pasatiempo ni el juguete de nadie.

También sabía que no encontraría un amor perfecto, pero al menos no sería tan mediocre y se entregaría al primer hombre que se le cruzara por enfrente.




Mi hermoso castigo⛓️kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora