Capítulo 14

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Yoongi se estacionó en el parque cercano al colegio de varones, esperando pacientemente por su novio. Llevaba consigo un abrigo caliente, porque ya presentía que su menor, no portaría nada más que su delgada sotana. Y no se equivocó, a lo lejos vio la delgada figura de Jungkook acercarse a pasos muy lentos, casi arrastrando los pies, no dudó dos segundos cuando bajó del auto de Hoseok y corrió a los brazos de Jungkook, envolviéndolo en un enérgico abrazo que inmediatamente dio calor al menor.

—Bambi —suspiró Yoongi dejando casi todo su aliento salir en ese susurro. —Te extrañé tanto, tuve tanto miedo de perderte.

—Estoy bien —respondió el menor, alejándose del abrazo y llendo al auto sin decir nada más, subiéndose a él sin mirar a Yoongi y sin esperarli. Este último se quedó estático en su sitio. Altamente confundido por la reacción de Jungkook.  No esperaba un saludo tan frío.  Fue al auto y una vez dentro, miró al menor esperando una mirada, una palabra, una reacción, pero el menor solo estaba mirando al frente con el cinturón ya puesto, la mirada tan perdida y en cierto modo no le podía reprochar, porque sabía que los recientes acontecimientos no habían sido fáciles de procesar.

—Te traje un abrigo —mencionó entendiéndolo  hacia el menor. Este solo bajó la mirada para ver la prenda, luego volvió a mirar al frente y empujó la mano de Yoongi con la propia, dándole a entender que no lo quería.  —Jungkook... por favor.

—Conduce, demonio. —ordenó sin voltear a verlo, a Yoongi no le había agradado la forma en que le habló, pero lo que menos quería era discutir, lanzó la prenda hacia el asiento trasero y se colocó el cinturón de seguridad, y comenzó a manejar hacia su casa.

Una vez llegaron, Jungkook bajó del auto y esperó a Yoongi, este dejó salir un suspiró antes de bajar y luego rodeó el auto hasta la entrada de la casa. Hoseok abrió y al ver a Jungkook sonrió.

—¡Jungkookie! ¿Cómo...?

—Hola, Hyung. —saludó al pelirrojo y luego entró. Hoseok se rascó la nuca sintiéndose confundido, luego miró a Yoongi y este solo negó con la cabeza, indicándole que no estaba nada bien, le dio las llaves de su auto y el pelirrojo se marchó como habían planeado, para dejar sola a la pareja.

Yoongi cerró detrás de él y siguió a Jungkook hasta el sofá. Por un largo momento no dijeron nada, Yoongi estaba sintiéndose un tanto incómodo, así que lo tomó de los hombros y lo abrazó. El menor se dejó hacer, incluso recargó su mejilla en el pecho del mayor.

—¿Tienes hambre? —preguntó y el menor asintió —te preparé algo delicioso. ¿Quieres? —el menor asintió nuevamente. Yoongi dejó un sonoro beso en su cabeza y luego se puso de pie para ir a la cocina. —Descansa un rato. Ya vuelvo.

Una vez Yoongi desapareció en la cocina, Jungkook se tumbó en el sofá, se hizo un ovillo y dejó salir algunas lágrimas contenidas.

—No puedo... no quiero. —susurró para si mismo. Él es mío, no quiero que lo dañes.

—Solo así podrás terminar con todo esto. Dame el control.

—No...

—Estúpido

—No soy estúpido

—Mil veces estúpido.

Pasó una hora en la que estuvo perdido en sus pensamientos, hasta que escuchó los pasos de Yoongi.

—Bambi, ¿estás dormido? —el menor negó con la cabeza sentándose en el sofá.  —Tus ojos están tan rojos e hinchados.  ¿Haz llorado mucho estos días verdad?

—Te doy asco ¿cierto? —preguntó el pelinegro y Yoongi colocó un plato con comida y un vaso con jugo en la mesita de centro. Se sentó en el sofá y tomó a Jungkook de la mejilla para depositar un beso necesitado en sus labios. Mismo que el menor no rechazó en lo absoluto.

El infierno de Dante 3 Yoonkook (Revenge)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora