Jungkook soltó una risita al leer los mensajes de Yoongi. Habían pasado tres días desde que obtuvo ese obsequio y no habían dejado de escribirse durante las noches.
Hyung… ya tengo que irme a dar mi seminario.
Está bien, bambi. Ten un lindo día ❤
Le gustaba escribirle, aunque le gustaba más tenerlo de frente pero al menos así sentía que lo tenía cerca, y hablar con él hacia al tiempo irse más rápido de lo común.Apagó su celular y lo escondió debajo de la almohada. Tomó su biblia y salió del cuarto en dirección al salón.
—Buen día… —dijo confundido al notar que dentro, ya se encontraba otro sacerdote dando el seminario a sus laicos.
—Oh, padre Jungkook. El cardenal me pidió que hoy diera la clase yo, a usted lo espera en el cuarto rojo. —El miedo inundó el interior del pelinegro, volteó a ver a Jangmin y este le miraba sin una expresión deducible. Regresó la mirada al padre y asintió.
—Está bien, gracias hermano. —Jungkook cerró la puerta del aula y miró hacia el camino que lo llevaría al cuarto rojo, no le gustaba estar allí, le aterraba ese lugar, siempre lo hizo, incluso cuando era devoto y fiel a dios. Se dirigió hacia él y entró, aunque con duda, sosteniendo con fuerza, su biblia y la daga en su bolsillo.
—Cardenal… ¿me ha llamado? —el hombre estaba de rodillas en una manta, orando. Y cuando escuchó a Jungkook, le miró y le sonrió.
—Ah, hijo mío, acércate. —el menor tragó saliva amarga y se acercó a paso lento hasta donde estaba el cardenal. Se hincó a su lado y se persignó antes de mirar a la cruz en lo alto, al bajar la mirada se encontró con la ya conocida figura de Seokjin, sentado en el trono dónde se supone solo se sienta el cardenal, con una pierna en el apoyabrazos, y una mano en el aire, sonriéndole a Jungkook con tal cinismo.
—¿Cuál es la razón por la que estoy aquí? — pregunta con temor a la respuesta, le aterra la idea de que le hayan descubierto, le aterra más que de haberlo hecho, algo malo le suceda a Yoongi, pero parece que se equivoca porque el rumbo de la conversación, no toma ese camino.
—Para aprender — le dice como si fuera obvio, a lo que Jungkook le mira confundido. —Te había dicho que eres mi predecesor. Te he elegido Jungkook, para seguir mis pasos.
“El cardenal lo eligió para ser su predecesor, según decía, le enseñó algunas cosas, pero siempre le prohibió entrar al hoyo, aun así, tenía acceso a lugares que nosotros no”
Recordó las palabras que el padre Damian le había dicho, y el pánico comenzó a hacer acto de presencia, sus ojos fueron a los de Seokjin, que le miraban con excitación, como si todo le causara un gran placer, alimentándose del miedo del pelinegro, de sus malditas desgracias.
—¿P-porqué yo? Soy… joven para ser elegido. ¿O no? —al cardenal bufó.
—No cuestiones nunca mis palabras y mandatos, hijo.
—Me disculpo —dijo inclinándose —solo pensé que alguien podía ser cardenal hasta una edad… más avanzada.
—Y así es, primero debes ser obispo. Pero dejaré escrito que serás cardenal. Voy a enseñarte todo, hijo. Tú serás parte de lo más alto de la jerarquía clerical. Aprenderás cosas que tus hermanos no pueden saber porque no tienen la capacidad que encontré en ti. Te mostraré todo, y beberás de mi elixir, para hacer el ritual.
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El infierno de Dante 3 Yoonkook (Revenge)
Fanfiction-¿Dónde quedó el Jungkook al que tenías que someter? -Ese Jungkook ya no existe, acostúmbrate, demonio. Último libro de la trilogía Infierno de Dante. Mismas advertencias Contenido homosexual explicito Se mencionan críticas religiosas. Todo lo menci...