ARQUÍMEDES
La casa de Yeya se veía muy colorida, estaba en una colonia privada un poco al sur, estaba casi a 15 minutos de la playa, casi podía oler la brisa del agua salada. Jerry me llamo un par de veces pero no podía escucharlo, estaba desconcentrado.
— ¿Seguro que quiere quedarse aquí, joven Mondragón?— me pregunto por tercera vez. Cerré los ojos, inhale y exhale buscando alivio de alguna manera.
Negué con la cabeza.
— Moriré de igual manera— dije ignorando a Jerry mientras bajaba del coche, me voltee y le advertí que no le dijera a mi padre ni siquiera a mi madre donde estaba.
Camine hacia la puerta y aunque nadie estaba mirándome me sentía observado, ni siquiera sabía porque estaba ahí, pero tenía que ir a algún lugar en donde nadie me encontrara, donde podía ser invisible. Entre esta gente soy lo suficientemente insignificante como para que no me pregunten si estoy bien, nadie le importaría porque no es su asunto, justo en el ambiente de fiesta adolescente solo están preocupados de sentirse bien y divertirse y no gastarían saliva en alguien con ansiedad.
Iba a tocar pero abrieron la puerta antes de acercarme.
— ¡El astronauta!— grito alguien de cabello azul teñido que no conocía. — ¡Soy Isaac, del 101!— volvió a gritar. — ¡Pasa se escapa el poder!
Entre como pude después de eso, el olor era penetrante y lastimaba la nariz, la música me estaba dejando sordo y las personas que estaban ahí parecían no darse cuenta de mi presencia. Entre la gente y las luces me hacían sentir mareado pregunte por el baño y una chica con la cara llena de brillantina me indico donde estaba.
Había muchos pasillos y me sentía perdido, hiperventile, no porque estuviera cansado sino porque comenzaron de nuevo mis nervios.
— ¿Arquímedes?— Voltee, esa voz le pertenecía a Yeya. Tenía perlas en la cara y un peinado muy bello, vestía de rosa pastel y sonreía.
Puso cara seria al verme alterado. La salude con la mano.
— ¿Dónde están tus guantes?— preguntó. Escondí mis manos detrás de mí y trague saliva.
— Yo, no... no sé dónde los deje, es que...— no encontraba las palabras, lamí mis labios y mire el suelo. — Yo... Necesito el baño, quiero ir al baño.
— Estas en el pasillo incorrecto, vamos— me guio al pasillo del baño y justo cuando entre fue directamente al lavabo.
Abrí la llave y deje que el agua corriera por mis manos, el jabón olía a frutas, el sonido de la música no se escuchaba tan fuerte en el baño. Talle mi palma con las uñas, no me di cuenta que estaba haciéndome daño hasta que Yeya me detuvo poniendo su mano en mi muñeca. Pero su toque no lo sentí, como si estuviera anestesiado. Basto un segundo para sentir el calor de la mano de llena.
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CLEAN BOY
Teen FictionNunca puedes estar suficientemente limpio. Arquímedes es un chico especial, obsesionado con su propia higiene personal. Recluido en su propia culpa, no permite que nadie lo toque. Obligado a socializar, Arquímedes tiene que enfrentarse a algo que d...