sleeptalk; jenlisa

Talk 28

—Unnie, ¿esta es su primera cena de verdad no? —preguntó, sus ojos eran curiosos, a pesar de que ya sabía la respuesta.

—Es horrible —frunció la nariz con asco, haciendo una mueca mientras dejaba la cuchara sobre el pequeño cuenco de arroz—. No voy a comer esta porquería —añadió, echándose hacia atrás sobre sus almohadas.

Rosé hizo un puchero.

—Unnie, si no come esto no va a comer nada, en algún momento va a tener hambre o-

—Pues me moriré de hambre, entonces.

La menor frunció el ceño.

—Unnie, no sea tan berrinchuda, vamos —acercó su silla a la cama, tomando el cuenco con arroz y revolviendo un poco antes de tomar una cucharada no muy generosa para su mayor, tenía órdenes de que debía comer en pequeños bocados y además, no quería hacer un enchastre con tanto arroz—. Abra la boca.

Jennie la miró con el ceño fruncido, como si estuviera hablando en serio.

—El arroz ya estará frío si sigue así.

—Que se pudra el arroz.

—Unnie...

—Púdrete tú también.

Rosé se mordió el labio con fuerza con las palabras, dichas en un tono tan brusco, que llegaron a herirla un poco.

Le ponía mal que siendo ella la única que estaba al lado de su Unnie, la única que podía apoyarla ahora, pero que había estado a su lado tantas veces, la castaña la tratara tan mal, merecía algo mejor que eso.

—Oh, no me digas que vas a llorar —su tono fue tan poco sensible como el anterior.

El que le dijeran que iba a llorar hizo que tuviera ganas de llorar.

—Bien, bien, no, Rosé, no, no llores —habló rápidamente al escucharla sorber su nariz y notando la mirada baja para ocultar las lágrimas—. Lo comeré, en serio, dámelo.

La pelirosa la miró con asombro y duda, Jennie asintió con seguridad, estirando sus brazos hacia ella, le dedicó una amplia sonrisa y le alcanzó su comida.

—Esta porquería ni siquiera tiene salsa de soja —murmuró con las mejillas algo llenas de arroz, haciendo que la otra riera.