Talk 22

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—Jennie, ya... Tranquila —acariciaba la cabeza de la mayor, quien estaba sudorosa y temblaba. A veces, apretaba sus ojos con fuerza o de sus labios surgían sonidos que se confundían con bajos sollozos o gritos entorpecidos por el sueño—. Jennie, ya tienes fiebre.... Cálmate, amor, tranquila.

Lisa dejaba pequeños besos en su rostro, y caricias en sus mejillas y sus manos.

La castaña estaba en ese estado desde lo ocurrido con Rosé.

Había comenzado como una ligera fiebre, que después había ido empeorando hasta terminar con la chica en de esa forma, y así habían pasado cinco días.

Decían que todo aquello lo estaba causando ella misma, por todo un esfuerzo que ocurría dentro de su cabeza y que ocupaba toda su vitalidad y energía.

Por eso no despertaba.

Por eso no mejoraba.

No había vuelto a despertar, y dudaban si en realidad podía escucharlas.

Ya no sabía si su novia en verdad estaba allí, y eso hacía que tuviera ganas de llorar.

—Jennie, si me escuchas... Para, en serio, te haces mal, amor... —las lágrimas se juntaron en sus ojos—. No pasa nada, cariño, en serio, deja todo lo que sea que estés pensando... Deja todo menos a mí y ya es suficiente, te juro que haré que sea lo suficiente.

>> No te preocupes por las demás, y no lo hagas ahora, por favor, puedes dejarlo para después... O para nunca, como quieras, pero tienes que mejorar, bebé, deja todo eso que te hace mal a un lado y céntrate en otras cosas.

>> ¿Escuchas mí voz, Jen? ¿Sientes mí mano? Ya nadie más que tú sabe si en verdad lo haces...

>> Por favor, Jennie, siéntelo.

>> Me encantaría que despertaras cinco minutos para ver que estás bien... Te extraño mucho.

>> Si te mejoras podrás volver, inténtalo, te estaré esperando.

sleeptalk; jenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora