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Una vez llegaste al conjunto de departamentos, el sol ya había bajado por completo, tomaste tu teléfono y encendiste su luz para al menos saber por donde caminabas, mientras te adentrabas, la poca luz que llegaba desde la entrada se hacía nula y un aroma metálico comenzaba a presentarse, tenías una idea lo suficientemente firme al respecto como para querer simplemente pasar la noche fuera, pero tras una vista rápida hacia la calle oscura, vacía y casi infinita, decidiste seguir adelante, cubriéndote la nariz con tu mano libre.

Caminabas despacio y con cuidado, casi con miedo al sonido propio de tus pisadas, te dirigiste directamente a las escaleras sabiendo que el ascensor era inútil ahora; sin embargo, te llamó la atención que el elevador emitía una luz desde dentro visible por la línea vertical entre sus puertas, querías casi acercarte, hasta que te quedaste en tú sitió al escuchar algo, el sollozo contenido de alguien que hacía eco desde dentro del ascensor y se extendía hacia fuera. Diste pasos temblorosos pero decididos, una especie de ilusión llego a ti al pensar que no estarías sola más tiempo. Cuando estuviste justo enfrente del ascensor, los sollozos ahogados pararon de repente, como si de alguna manera la persona hubiera sentido tu presencia.

—¿____? —Dijo tu nombre en un susurro

—Peter...

—S-Sí cariño, soy yo —Su tono cambio a uno feliz demasiado rápido —¿Puedes... puedes sacarme de aquí? —Hubiera sido un consuelo cariñoso si no hubieras notado su nerviosismo

—Y-Ya voy —Casi olvidabas el hecho de que básicamente estaba atrapado, te alejaste un poco de la puerta intentando encontrar algo de utilidad con tu linterna —¿Cómo terminaste en-?

Te interrumpió—Estaba dentro cuando las luces se fueron, eso fue hace... varías horas

—¿Peter que está pasando?

Tardo en contestar, lo que solo te asusto más.

—No te preocupes, yo voy a cuidarte —Lo decía seriamente

—... ¿Cuidarme de qué?

—No importa que pase, voy a hacerlo

Ahora que sus palabras sonaban a sin sentidos y delirios, ya no estabas muy segura de sacarlo, tal vez... no, por más errático que fuera Peter, él nunca te haría daño, nunca te dañaría, ¿verdad?, y... en todo caso, tu cabeza no te dejaría en paz si te atrevías a dejarlo.

—Ya vuelvo

Recordaste que Don guardaba objetos de refaccionaria detrás del mostrador de la recepción del primer piso, debía de haber una palanca ahí, te dirigiste esta vez prácticamente corriendo. Te deslizaste sobre el escritorio y tras llegar al otro lado, gritaste tan fuerte que te cubriste la boca segundos después, respirando con fuerza un aroma a podredumbre mientras desviabas la luz de tu aparato fuera de la escena, te pegaste contra el mostrador, deseando alejarte pero con la mirada fija y tus piernas quietas en su sitio.

—¡____! 

Gritó Peter desde el ascensor completamente aterrado, temía lo peor, comenzó a golpear las puertas del ascensor con toda su fuerza mientras el sonido metálico hacía eco en todo el edificio. Tenías un cadáver tirado justo frente a ti, estaba tan oscuro que no era visible ahora, pero la escena simplemente no salía de tu cabeza, era Peter, la mayoría de él pintaba bien excepto por su cabeza, su cráneo había sido reventado con una llave inglesa que aún seguía incrustada sobre él invitando a cualquiera a tomarla como la espada en la piedra, sus ojos estaban abiertos pero ni siquiera se veían muertos, solo tristes, desesperados, en completo pánico.

Los golpes sin final hicieron suficiente eco en ti como para que tomaras coraje y corriendo, salieras del mostrador en busca del Peter que aún estaba vivo, querías gritarle que estabas bien y calmarlo incluso desde tu posición, sin embargo, a medio camino el sonido se detuvo de golpe, dejándote en completo silencio a ti y tu respiración descontrolada, aun así, te apegaste al elevador aun con luz dentro intentando escuchar a Peter desde dentro, susurrándole que estabas bien pero sin obtener respuesta.

Peter x Lectora | YourBoyfriend Game | One-Shots | Pedidos CerradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora