¿Alguna vez has amado con todo tu corazón? ¿Hubo siquiera un momento donde pensaste que si esa persona te dejaba, ibas a morir?
Mentiras, mentiras que te hace creer el corazón, o tal vez puede que sean verdades.
La mirada es el reflejo del alma por...
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El estar enamorado es pensar en alguien, ¿Qué raro no? porque yo no dejo de pensar en ti.
-Crystal Upia
2 de julio del 2018.
Todos están callados. No saben que decir y a decir verdad yo tampoco sé que decir en esta situación. Axel está que echa chispas del enojo e intento ayudar a que se relaje, sin embargo, no lo logro.
—Te dije que te amo y te dije que no dejaría que otra mujer fuera tu esposa. Soy la única que merece ese puesto. —dice Amanda acercándose a nosotros.
—No me digas, ni siquiera te lo has ganado. Sal por esa puerta ahora si no quieres que te saque yo mismo y no juegues con mi paciencia que sabes que eso es lo único que no tengo contigo. —le habla Axel fuertemente.
—Dame la oportunidad de hacerte feliz. Ella no podrá darte la felicidad que puedo ofrecerte. —me señala y me mira con asco. ¿Qué falta de respeto es esto?
—Si esa felicidad hubiera existido, hace mucho tiempo estaría en mi vida. Esa tal felicidad de la cual hablas no existe. Ya soy feliz, amo a Isabella y haría lo que fuera por estar con ella. Esta historia no va a terminar con que nos vigilas y nos haces la vida infeliz, no. Lárgate de aquí, no te lo repetiré.
—Por favor, quédate conmigo.
—Si me quedo contigo estaría sin alma y sin corazón. Ni siquiera tendría vida. Mi vida está con Isabella, entiéndelo por una vez —Axel le hace señas a los guardaespaldas que están en la puerta—. Te dije que te fueras y no quisiste a la buena. Ahora ellos te llevan.
—Puedo sola... —me mira con asco—. Ella no es como yo, ni lo será.
—Por eso me enamoré de ella, porque es única. —le dice rematándola de nuevo.
Se va enojada arrastrando los zapatos de plataforma.
No tengo palabras lo único que sé es que estoy desanimada y aún no entiendo porque tiene que pasar esto en mi boda. Axel se acerca a mí, pero se lo impido y me voy corriendo hacia el baño más cerca que hay.
Me encierro en uno de los baños y me siento en el piso. Quiero llorar, quiero sacar roda la furia que tengo por lo que acaba de pasar, sin embargo, no tengo un momento a solas porque escucho como la puerta se estralla contra la pared y sé que es Axel.
Axel.
—Pequeña, ¿Estás ahí? —pregunta Axel nervioso por lo que escucho en su voz.
Empiezo a llorar de frustración. No quiero que sea verdad. No quiero imaginar que Amanda dice la verdad, de que él no será feliz conmigo. El me ama y yo lo amo, ¿Qué más necesitamos? Sigo llorando, mientras me sorbo la nariz. Axel toca la puerta, uno, dos y tres veces seguidas llamándome para que abra.
