¿Alguna vez has amado con todo tu corazón? ¿Hubo siquiera un momento donde pensaste que si esa persona te dejaba, ibas a morir?
Mentiras, mentiras que te hace creer el corazón, o tal vez puede que sean verdades.
La mirada es el reflejo del alma por...
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"Hay que saber que no existe país sobre la tierra donde el amor no haya convertido a los amantes en poetas."
(Voltaire)
20 de junio de 2018.
Estoy feliz.
Desde que acepté estar con Axel ya no me levanto de mal humor. Es como si todo cambiara de repente y el temor que sentía de que algo pase no sigue tan vigente y sé que poco a poco desaparecerá o eso es lo que quiero creer.
Me levanto a la misma hora para ir a trabajar. En lo que me visto miro mi teléfono esperando que me llegue un mensaje de Axel, pero no llega nada. Viendo que al parecer está ocupado, suelto mi telefono y me concentro en vestirme, entonces cuando ya me estoy colocando el pantalón, suena el teléfono.
Termino de vestirme y agarro el cell.
«Puedes quedarte en casa. Disfruta tu día libre».
El ver ese mensaje me alegra el día. Muy considerado de su parte y pues me alegro, necesitaba descanzar. Pienso en pasar el día con mi madre. Ella después de que mucho tiempo estuvo encerrada en la casa sin poder trabajar y sin poder sentirse útil, no puedo olvidarme de ella. Mi madre es lo único que tengo.
Paro un taxi y me subo en este, me voy a hacia la tienda de mi madre para hablar con ella. Necesito un abrazo fuerte y que me mime un poco.
Llego a la tienda y la veo empaquetando unos pasteles, así que la sorprendo abrazándola por atrás.
—Hola mamá —ella salta y se agarra el pecho del susto.
—¿Me quieres matar o qué? —me abraza de nuevo y me da un beso en la frente, pero cuando me va a soltar sigo abrazándola—. ¿Qué pasa mi amor?
—Nada, solo quería abrazarte —le digo soltándola y sonriendo.
—¿Y qué haces aquí? ¿No deberías estar en tu trabajo?
—Sí, pero me han dado el día libre. Solo pasaba por aquí para ver como está todo —digo esto mirando a mí alrededor y veo a algunas chicas en la cocina horneando pastelitos.
—Todo está bien, hija, vete y disfruta tu día libre. Estaré aquí trabajando.
—Eso haré mamá, me llamas para cualquier cosa, ¿sí?
—Claro nena. —me despido de ella con un beso en su frente.
Salgo de la tienda y me voy caminando hacia casa de nuevo, de hecho no está muy lejos.
Miro mis pies mientras camino y lentamente cuento mis pasos, sin embargo, distrayendome veo a parejas caminar y darse besos a mi lado. Cuanto me gustaría que Hoffman y yo fuéramos así, pero apenas estamos comenzando, así que debo calmarme y llevar las cosas despacio.