¿Alguna vez has amado con todo tu corazón? ¿Hubo siquiera un momento donde pensaste que si esa persona te dejaba, ibas a morir?
Mentiras, mentiras que te hace creer el corazón, o tal vez puede que sean verdades.
La mirada es el reflejo del alma por...
El gran invierno a caído con su potente rugido, al sacudir su melena la primavera llega.
-Narnia.
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16 de junio del 2018.
No sé qué responder a lo que me acaba de confesar. Está en lo correcto, no puedo reparar a alguien que no quiere ser reparado.
Observo como se aleja de mí y entra a su casa sin mirar atrás. Dejándome claro que no tiene ni el más mínimo interés en hablar conmigo.
Sin mirar atrás camino hacia mi auto, miro hacia los lados viendo que no haya nadie a mi alrededor. Al entrar en el Audi, miro por última vez hacia la casa de Isabella para luego encender el automóvil y arrancar hacia mi casa.
No hay una forma clara o exacta para mí de poder acercarme a Isabella sin cagarla. Ella esta a la defensiva por lo que alguna vez le ocurrió en el pasado y no ayudo a que lo olvide y que viva el presente.
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17 de junio del 2018.
En la mañana llego temprano al aeropuerto para así esperar a mis demás empleados los cuales los he mandado a buscar con un transporte.
Llegan las 10 de la mañana y ya abordamos un avión de República Dominicana a España y de España a Italia.
Isabella se ha sentado en el último asiento del avión, lejos de todos y eso llama mi atención.
Solitaria, se ha acostumbrado a la soledad.
Me levanto de mi asiento y fijándome de que no haya turbulencias, me siento en el asiento que está frente a ella. Ella gira la cara lentamente y fija su mirada neutral en mi rostro.
—No se cansa de ser tan insistente. Yo ya me hubiera rendido. He aprendido a soltar rápido.
—No me doy por vencido.
—Y eso me parece irritante, señor. Disculpe que le diga esto, pero es que no me gusta que me insistan y usted es muy insistente.
—Cuando quiero algo, voy por ello. No importa los obstáculos.
