(RDT) BRIDGERTON || ELOISE & PHILLIP || PHILOISE || CARTAS

Los libros, las flores y las armas.

Eloise le había pedido a la mujer que se marchara, por suerte, se encontraba Sophie para hacerle compañía. No tuvo más remedio que irse.

—¿Qué haces aquí? —preguntó ella.

—Nada —respondió Theo, encogiéndose de hombros—, venía a dejarte la carta cuando me llamaron a reparar un carruaje, me dieron trabajo; lo necesito, la reina ha cerrado la imprenta hasta que la temporada llegara a su fin.

—Está bien —respondió Eloise con tranquilidad.

—¿Está bien? —Theo fruncía el ceño.

Eloise asintió:

—Te espero en el jardín mañana por la mañana, tendremos mucho trabajo.

—Señorita Bridgerton...

—Por cierto —Eloise lo interrumpía— ¿Cuál es su nombre?

—Theo Sharpe, señorita —sonrió.

Eloise devolvía la sonrisa.

—Entonces, Theo Sharpe. Te veré por la mañana. Ahora tengo que esconderme de mi madre.

Theo asintió y la miró escabullirse por los pasillos, con su acompañante siguiéndole los pasos.

****

A la mañana siguiente, Phillip había decidido visitar a los Bridgerton, en especial a Colin. El carruaje había quedado en excelentes condiciones y no había querido recibir una sola moneda por ello, al menos tenía que agradecer.

Era un jardín muy grande y tendría que atravesarlo para poder llegar a la puerta principal. Había mantenido la vista fija en el suelo cuando escuchó las dulces risas de una voz ya conocida:

Eloise.

Phillip alzó la vista para, encontrarla. Se reía con un chico. «Un sirviente», se corrigió.

Se quedó ahí de pie, a unos metros de la puerta, mirando.

—¡Sir Phillip! —exclamó Benedict.

Phillip se sobresaltó.

—Lord Bridgerton.

—No —Benedict sonrió—. Ese es mi hermano Anthony. Llámame por mi nombre.

—De acuerdo —respondió—. Vine a agradecer lo que tú hermano Colin ha hecho.

Entonces Eloise comenzó a reír de nuevo, interrumpiendo el intercambio entre Benedict y Phillip.

—¿Esa es mi hermana?— preguntó, alzando la vista sobre el hombro de Phillip.

—Sí... supongo.

—Se está riendo —decía Benedict, como si el desayuno le hubiera caído mal.

—¿No debería?

—No es eso —Benedict no dejaba de mirar—. Se está riendo. Ella casi nunca ríe con alguien que no sea de su familia.

Phillip alzó ambas cejas, qué bien conocían a su hermana.

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Un par de horas antes...