(RDT) BRIDGERTON || ELOISE & PHILLIP || PHILOISE || CARTAS

Es la verdad

—¿Cuándo fue la última vez que...? —El médico decidió no terminar la pregunta.

Refiriéndose a la última vez que Phillip había estado con una mujer. Lo peor era que, Anthony Bridgerton no dejaba de mirarlo, con esa expresión desafiante que bien podría intimidar a cualquiera.

Lo estaban cuestionando, a él. Qué recién había pedido la mano de su hermana.

—¿Milord? —volvió a preguntar el hombre.

Phillip se sobresaltó, miró un segundo a Anthony y después respondió con rubor en el rostro:

—No lo recuerdo —volvía a mirar fugazmente a Anthony, necesitaba ver la expresión que reflejaba su rostro.

—Haga un esfuerzo, milord. Es importante.

—Seis meses...tal vez ocho —dijo al fin, temeroso de las consecuencias que pudiera causar su respuesta.

El médico alzó una ceja:

—¿Y cuándo se dio cuenta de lo que sucedía?

—Hace un par de semanas.

—Supongo que, después de ocho meses, se ha oxidado un poco, ¿no lo cree, sir Phillip? —Anthony aprovechó el momento para usar su agrio humor.

—Lord Bridgerton...—Phillip se incomodaba.

—Es solo un chiste, Crane —respondió—. Me alegra que usted se encuentre limpio, teniendo en cuenta que en unos meses, si tiene arreglo, claro. Estará compartiendo el mismo lecho que una Bridgerton.

—Anthony, por favor —intervino.

—Es la verdad.

—Preferiría no responder. Estamos hablando de su hermana, milord.

Anthony borró lentamente la sonrisa de su rostro.

—Tiene razón, sir Phillip. Una disculpa.

Phillip agradeció que Anthony dejara de burlarse sobre su condición, hasta que Colin rompió el silencio con tan inesperado comentario:

—Debería intentarlo usted mismo, sir Phillip.

—Tal vez funcione —agregó Benedict.

Phillip no podía creer que los hermanos de Eloise estuvieran examinando su miembro, mientras el médico lo toqueteaba de la peor manera posible.

—¿Lo ha intentado, sir Phillip? —preguntó Anthony.

—No —respondió al instante.

—¿Nunca lo ha hecho? —Benedict estaba especialmente curioso.

—Señores, sus preguntas no me ayudan.

—Tienen razón —respondió el médico repentinamente, quitándose los lentes, alzó la vista—: creo que debería intentarlo usted. Me ha dicho que estuvo enfermo, tal vez sea la causa de su dificultad.

—¿Se supone que tendré que darme placer... yo solo?, ¿ese es el tratamiento médico? —Phillip no lo encontraba lógico.

—Debemos estar seguros. Los chicos Bridgerton tienen razón y solo tiene que hacerlo funcionar.

—Pero...

—Tranquilo, lord Crane —el médico sonreía—. Si todo resulta como lo esperamos, podrá consumar su matrimonio sin ninguna dificultad.

—¿Y si no sucede? —preguntó Phillip.

—Entonces no te dejaré desposar a mi hermana —respondió Anthony.