Pre etapa (II)

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Eijirō Kirishima siempre ha estado para ayudar a su mejor amigo.

Vamos, fue el primero en saber Katsuki le gustaba Shōto desde su adolescencia en la UA. También fue su padrino de bodas y en caso de que esa linda pareja quisiese adoptar un crío, el rubio lo tenía como su mejor opción a ser el padrino también. No había chisme, ni secreto de Katsuki que no supiese antes que el resto del auto proclamado Bakusquad (¿o sería ahora Katsusquad?). El único que le ganaba era obviamente el esposo del rubio, pero por obvias razones. Tal vez Midoriya, pero eso era únicamente porque el de pelo verde tenía la mala costumbre de se un chismoso de primera y era amigo tanto de Shōto como de Katsuki. Y mejor amigo del bicolor, cabe añadir. Raras veces se ocultaban cosas y, de ser así, lo respetaba completamente.

Lo hizo cuando se enteró que Katsuki iba a terapia. Le sorprendió, claro que sí, pero jamás se lo tomaría mal. Incluso lo acompañó un par de veces cuando ni la tía Mitsu o su pareja podía ir a acompañarlo. Se aseguraba de que Katsuki tomase las medicinas que necesitaba e incluso en alguna ocasión fue su hombro para poder desquitarse. Y no era solo él, sino todos los que consideraban a Katsuki su valioso amigo, Kariage y Deshida incluidos. Aunque ninguno negaba que el lazo entre el de pelo teñido y el rubio era uno más confidente.

Por eso sabía que Katsuki estaba estresado, mientras se ponía a brindar su informe de la misión y como se llevaría a cabo. Lo sabía porque minutos antes de iniciar la reunión le pidió más de dos tazas de café. Y a katsuki no le gustaba mucho el café, menos si era sin azúcar y tan cargado. Eso significaba además que  se encontraba cansado. Y oh dios lo que era tener al de ojos rubíes estresado y cansado a la vez.

—Kamino, huh— Jirou miraba los documentos puestos en la mesa con seriedad—. ¿Por qué no me sorprende?

—Parece ser el nido de ratas por excelencia— la voz de Hanta se escuchaba de fondo, seguido unas risas por parte de Ashido—. La delincuencia en la zona de Kamino fue suficiente como para opacar los casos de secuestro los primeros meses, pero esa suerte les duró muy poco.

—Muy ambiciosos resultaron ser— Mina suspiró—. ¿Nueve en un solo día? O son muy tontos o de verdad creían que nadie se daría cuenta.

—Lo curioso y como habrán leído— prosiguió Katsuki—. Es que son todos hombres vagabundos. Si no son vagabundos, eran borrachos, personas que seguramente pensaban que no serían buscadas.

Otro puñado de héroes, entre algunos primerizos como aliados a la operación asintieron. De verdad, quien fuese el que orquestara todo por detrás era muy malo en su trabajo, incluso podría ser considerado patético.

—Los nomus en Kamino son bastante débiles, aunque han habido variaciones que han dado pelea contra Chargebolt e incluso Creati— Fatgum golpeaba una pluma contra el manojo de documentos que tenía en mano—. La operación no parece ser un gran peligro en todo caso.

—Por suerte, será la más sencilla que habremos tenido hasta ahora— explica Katsuki—, pero no podemos asegurarlo. De cualquier forma, debemos tener en cuenta de que contamos con el tiempo contado. La fecha del próximo secuestro será en tres días.

—¿Y si encontramos nomus qué haremos? Es muy probable de que tengan algunos regados por ahí— Shinso, quien había permanecido callado leyendo los documentos, decidió emitir palabra—. Existen dos tipos de protocolos, Dynamight, ¿cuál sugieres que tomemos?

—¿No es obvio?— el rubio miro con una sonrisa sádica al de pelo violeta, quien parecía responderle de la misma forma— Los matamos, punto.

—Típico de Blasty...— Mina rió por la ocurrencia de ese par o más bien, la ocurrencia de Shinso por una pregunta que no iba a cuento.

Call me fatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora