Katsuki se sentía incómodo.
Vamos, ya habían pasado tiempo desde que dio la noticia, ¿podrían dejar de mirarlo tanto?
—Kacchan, ¿quieres almorzar algo? Yo invito. ¡Oh! ¡Escuché que hay una heladería nueva a dos calles de aquí! Venden helado de café, ¡todo tuyo!
—Blasty, ¡vamos a tu casa! Sero y yo podemos llevarte en su auto y luego vemos algunas películas, ¿te parece?
—Kats, no tienes que moverte, puedo traer el café por ti. ¿O prefieres algo dulce? Escuché que tenías antojos de donas. Deshida puede ayudarte con el papeleo, vamos.
—Te puedo prestar mi saco de dormir para que descanses en la oficina, es muy cómodo y menos doloroso que el escritorio.
Agradecía que se preocuparan por él, de verdad. Después de haber tenido una crisis emocional por el miedo que le dio (si, aceptó que tenía miedo) tener que decirles al resto de su grupo de idiotas sobre qué estaba embarazado, ellos se lo tomaron muy bien. Quizás demasiado, y no estaba contando al molesto de Izuku y la emocionada Ochako. Esa parte oscura dentro de él que le decía que lo iban a rechazar se esfumó al menos, dejando a un lloroso Katsuki en medio del bar al que decidieron ir a hablar como los adultos que se suponen que eran.
Acabó en un raro concurso para ver quien de todos lloraba más. No los golpeó solo porque estaba usando a Eijirō como un hombro donde llorar y pedir perdón por ser tan imbécil y que los amaba a todos ellos (cosa que luego negaría haber dicho).
Malditas hormonas, en fin.
Fue por eso mismo que empezaron a ponerse demasiado sobreprotectores con él, al punto de que no lo dejaban solo ni un momento. ¡Incluso se turnaban para acompañarlo a su oficina! Porque oh, sorpresa, Kirishima estaría en casa por un mes debido a Subaru. Como mínimo.
Probablemente un poco más, habían hablado incluso en poner una guardería en la agencia a este paso. No sonaba nada mal, pero hasta que tengan el área designada y todo el personal pertinente, estaría junto a su hijo todo el tiempo que pudiera. Era también conveniente para Katsuki a futuro, no hubo quejas más que sobre el presupuesto para poner el plan en marcha.
Como sea, hasta entonces el estaba solo manejando la oficina. Al menos hasta que su vientre empiece a mostrar obvios signos de su embarazo y lo obligue a esconderse hasta nuevo aviso. O como dirán los medios: "en una misión al otro lado del mundo cuya duración será indefinida". Y porque él estaba solo, ellos creyeron que sería bueno hacerle compañía. Que si, estaba bien a cierto punto, pero llegar al extremo de ni dejarlo levantarse de su silla a menos que tuviera que ir al baño era asfixiante. Y no contaba con el hecho de que ya no regresaba a casa solo. Los idiotas arreglaron sus patrullas de tal forma que sus salidas coincidían con las de Katsuki. Así tenía mínimo a alguien quien se ofrecía a llevarlo.
Para Shōto fue como una bendición ver que los amigos de su pareja era tan considerados. Para el empezaba a ser una tortura. Y no, ni siquiera estaba pensando en las 'visitas casuales' de Deku u Ochako a su casa con montones de comida dulce y diversos postres que se le hacían agua a la boca (y eso que la mayoría eran los empaquetados que tanto detestaba). O de sus propios padres los fines de semana, incluso la última vez llegó Fuyumi junto al imbécil de Touya a pasar la tarde porque Shōto tuvo una misión de imprevisto.
Véase, no lo iban a dejar solo en ningún momento. Debería agradecer de que al menos le dejaban ir al baño por si mismo.
¿Debería agradecer por un poco de privacidad para empezar?
Tenían suerte de que los quería, sino los hubiera mandado a todos a la mierda.
De todas formas, pasó su tiempo libre haciendo papeleo y navegando por Internet. Si, realmente no tenía porqué firmar tantos papeles al día, pero estaba muy aburrido ya que ni siquiera podía salir a patrullar por obvias razones. Al menos lo dejaban hacer el trabajo, incluso (a insistencia del rubio, cabe decir) dándoles sus propios trabajos de oficina para que él se encargue de todo. La eficiencia de las manos de Katsuki hacía que lo que debería tomar horas se reduzcan a sólo minutos, Kaminari nunca estuvo tan agradecido de no tener que tener el culo adolorido en su asiento.
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Call me father
FanfictionEse día Todoroki fue el primero en llegar a casa. Su casa. El olor a caramelo en cada mueble, todo perfectamente limpio y ordenado, como a su esposo le gustaba. Shōto no podía estar más feliz de tener a Katsuki en su vida. Sin embargo, y ahora que l...