Etapa 3 (III)

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Kirishima nunca fue descrito como alguien con buenos gustos en cuanto a amueblado y demás. Basta con recordar su habitación super 'masculina' de la que tan orgulloso estaba cuando vivían juntos en UA. Claro que Katsuki era consciente de eso, es decir, ya había ido a visitarlo antes y sus ojos ya se habían acostumbrado a lo... exótica que era su casa. Pero una cosa era la extravagancia de su decoración y otra era el desorden que ahora veía en esa casa. Es que incluso podía ver varios depósitos de comida amontonados en la repisa de la cocina, ni siquiera se tomó las molestias de botarlos a la basura como lo haría una persona decente.

La única razón por la cual no estaba tan molesto como para desfigurarle el rostro era porque al menos su habitación, donde estaba Subaru jugando tan tranquilo con los juguetes que le habían regalado, estaba impecable. Ni una mota de polvo o suciedad en los muebles, incluso podía ver su reflejo en la mesita de noche repleta de paquetes de pañales y toallitas para bebé. El pequeño tan limpio que olía a shampoo de avena y con el cuerpo regordete como debería verse un bebé saludable. Subaru le sonreía mientras mordía uno de los muchos peluches que tenía en su cuna. Kirishima se aseguró de consentirlo y mantenerlo seguro, incluso añadiendo el monitor que Shinso le había recomendado.

Había ido a visitarlos porque, si era honesto y dejaba las estúpidas escusas hormonales de lado, extrañaba a su mejor amigo. Eso y en realidad no tenía nada que hacer ahora que lo botaron de su propia agencia para evitar que se vuelva a quedar dormido en su oficina (quizás tendría que regresar a casa más tarde para almorzar con su esposo, pero ese era un tema aparte). Además, era buena idea ver cómo Eijirō cuidaba a su hijo, ya saben, ya que dentro de unos meses el también tendría que hacer cosas como cambiar pañales y darles de comer a las dos criaturas que descansaban en su vientre. Incluso podría robar algunas ideas para la habitación de los mellizos, no es como si le fuesen a reclamar o algo.

Hablando de Kirishima, este le sonreía incómodo mientras lo miraba moverse de un lado a otro, analizando hasta las esquinas de su hogar como si fuese el suyo. Una mueca intensa se mantuvo en su rostro todo el tiempo, frunciendo el ceño con molestia de vez en cuando. Sentía como si lo estuviera juzgando con cada inspección minuciosa que hacía a su alrededor, junto a los pequeños gruñidos que soltaba ante la falta de higiene en la casa. Ni siquiera poniendo una cara arrepentida hizo que dejase de  mirarlo con mala cara.

—Pelo de mierda, tu casa está hecha un asco— concluyó, ignorando el vago intento de persuasión que su amigo hacía—. ¿Así recibes a tus visitas? ¿No se supone que nos íbamos a reunir en aquí esta noche?

No quiso sonar tan cruel, pero era Katsuki, no pudo evitar sonar brusco aunque sea un poco.

—L-lo siento, no tuve tiempo para arreglar la casa— Kirishima se estremeció ante el gruñido de desaprobación del rubio—. ¡Es decir! Estuve muy ocupado con Subaru y el trabajo que no he tenido tiempo para adaptarme a tener que hacer tantas cosas en tan poco tiempo.

—Dios mío...— una vena en la frente de Katsuki palpita notoriamente— Es que eres idiota o te has estado juntando mucho con Kaminari estos últimos días. Si tienes un puto problema, tienes como a siete pendejos y a mi en la comodidad de un chat grupal para poder pedir ayuda. No te cuesta nada decir: "Chicos,  necesito ayuda con Subaru porque soy un imbécil que no sabe cuidar su propia casa a menos que se lo recuerden". Pensé que era el único idiota con problemas de orgullo que se negaba a pedir ayuda, no sé, como hace ocho años. Pero wow— aplaude sarcásticamente mientras mira a Eijirō con molestia—, has logrado sorprenderme.

Los insultos hacia su persona eran bastantes justos, por lo que no se queja de ellos. No es que no le duelan, especialmente porque vienen de la boca de Katsuki, pero puede entender que son debido a la preocupación de su mejor amigo no solo por la salud del bebé, sino de la del propio Kirishima.

Call me fatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora