Call me father

Pre etapa (III)

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▪︎Advertencia de contenido desagradable, gore o violento▪︎

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Cantar victoria solo porque los villanos de esa ocasión era unos incompetentes sería subestimar al enemigo. Katsuki no era el mismo idiota que fue durante su niñez y gran parte de adolescencia, no. Era lo suficientemente centrado como para no dejar que sus emociones se sobrepongan a la situación. Al menos, en su gran mayoría.

Ya no era el idiota que lloraba porque no era más fuerte.

Aún así, debía de admitir que había cosas en las que aún fallaba. Y su cansancio, producto de no haber dormido correctamente cuando se lo habían dicho solo por ser muy terco le estaba pasando factura. De no ser porque Shōto lo obligó a acostarse junto a él en la cama matrimonial hasta que fuese el día siguiente de seguro estaría mucho peor.

Ugh, ¿no pudieron planearlo para cualquier hora que no fuese a las cuatro de la mañana? Se maldecía internamente. ¿En qué diablos estaba pensando?

—Te ves de la mierda Blasty, ¿no dormiste bien anoche?

Estaban ellos dos junto a otro par de héroes profesionales (la chica de manos grandes y el tipo raro que se volvía acero según recordaba) y varias patrullas de policía encubiertas frente a la entrada de una de las tres posibles ubicaciones al dichoso laboratorio. Kyoka también los acompañaba, aunque se quedó a monitorear sus avances y del resto de grupos desde uno de los coches que de forma estratégica rodeaban el lugar.

Era mejor tener al duo a la cabeza al ser los más fuertes de su agencia, por supuesto. Así que por eso ellos estaban a dos pasos de la boca del lobo.

—Ugh, si. Shōto me amarró a la cama hasta que me dormí...

—¿Pasó eso o esperaste a que se durmiera para desatarte?

—... Okey puede que haya sido eso y que luego me puse a entrenar... solo un poco.

—Osea toda la noche.

—¡No fue toda la noche! Solo un par de horas.

—¿Y esa hora fue...?— el rubio se tensó al ver que su amigo alzaba una cena esperando una respuesta sincera.

—¿... Puede que haya sido a las dos de la mañana?

Eijirō se rascó la cabeza algo disgustado. De verdad. Si hasta veía las bolsas oscuras bajo los ojos rojos de su terco amigo. Lo miró molesto, como si estuviera regañando a un niño por no hacerle caso a su madre. Que bueno, puede que incluso tomase el papel de una madre a ese punto. Katsuki sabía que el de pelo teñido estaba a nada de decir algo, así que optó por encoger los hombros y mirar al frente.

—En mi defensa, no podía dormir. Se que no te valdrá, pero a mi si, así que te aguantas.

—Blasty, en serio, debes de cuidar más tu salud, no ponerte al límite solo porque estas estresado— usó un tono disgustado que a cualquiera le hubiese hecho agachar la cabeza por su error, claro, el héroe de las explosiones no iba en el mismo saco.

—¡Okey pelos de mierda! Lo haré en cuanto acabemos con esto, ¿sí? Es más, me tomaré una semana libre si así te pones de buen humor— Kirishima apretó los labios al no creer lo que decía—. Carajo, que lo digo en serio.

—¿Me lo juras?

—Que si.

—¿Por Crimson Riot?