delirios de lo prohibido (Bizarrap)

capítulo VIII

Esa noche había terminado para todos, menos para Facundo, el estaba decidido a seguir teniendo a Alishe en su vida y sabía muy bien como recuperarla, la clave era el idiota de su cuñado, en el pasado habían sido amigos, pero todo se arruinó cuando el se puso de novio con su hermana.

Fue hasta el hospital y se escabullo hasta la habitación de mauro, entró sigilosamente y se paro al lado de la cama mirándolo fijamente, esperando a que el se despertara. En su cabeza repasaba mil veces la última vez que había hablado con el y la última vez que había visto a su novia.

-mauro, despertate wacho- mauro escucho su voz y hizo caso, al verlo solo se limito a poner cara de culo y mirarlo fijamente.

-que queres Gil- Facundo lo miro y habló.

-lo que quiero es muy simple, tu hermana me sirve para espantar a mis viejos y que no se metan en mis asuntos además es hermosa y la quiero- lit no podía moverse, si no ya le hubiera pegado, lo miro enojado, lo único que si podía era hablarle.

-si ella te quiere o no es cosa de ella, yo no te voy a ayudar en nada- Facundo se río y le dio un papel- lit como pudo lo agarro y lo leyó, era un cheque.

-hablale bien de mi, decile que somos amigos otra vez- lit asintió.

-la gita me sirve, pero por más de que actúe como tu admirador secreto, ella jamás lo va a creer.

La relación con Facundo era complicada, ella sabía que el había metido a Mauro en ese mundo, le financiaba el negocio al principio, probaban las drogas y eran muy amigos, pero cuando empezaron a experimentar y llegaron ambos al hospital, ella conoció a Facundo y se decidió a querer odiarlo, pero no pudo. El que si lo odia desde entonces es lit, se odiaba a si mismo por como terminaba, el nunca quiso seguir los pasos de sus padres, pero era lo que más hacía.
Se había cansado de tener esas conversaciones con su hermana y le dolía siempre defraudarla.

-yo me encargo de todo, si ella quiere que vos estés bien, va a tener que seguir conmigo- Mauro lo miro asustado.

-me queres matar?- trato de incorporarse rápido en la cama, se golpeo la cabeza con el respaldo y soltó un grito que ocacionó la risa del cordobés.

-no pelotudo, tengo información de que la policía esta atrás tuyo, si ella no quiere que yo ayude con esa información, no me puede dejar- Mauro se tranquilizó un poco, pero sabía que tenía que ser más discreto.

-hace lo que quieras, pero no metas a Ali en esto, ya le arruinó la vida teniendola pendiente de mi, si yo caigo en cana no pasa nada, pero ella no se lo merece, no merece tener un hermano tan pelotudo como yo, una mamá desinteresada y un padre que no puede mantenerse de pie por si mismo- Facundo asintió y se fue.

Lo que ellos dos no sabían era que la policía estaba más cerca de lo que creían, sin saberlo sus secretos se estaban revelando a la persona que menos tenía que enterarse.

A la mañana siguiente Gonzalo se despertó y se preparó para ir a la cafetería, tenía que actuar como alguien de ese barrio, así que se puso un conjunto de Adidas azul, se miro en el espejo y se sintió como un profesor de gimnasia mal arreglado, Riendose de si mismo, salió de su casa con el sobre del informe y se fue a entregarlo.
Al llegar a la cafetería se encontró con Jessica y le pidió dos cafes para llevar, cuando ella se los dio el le dio el dinero con un poco de propina y el sobre con el informe, saludo y se fue hasta el hospital.

Alishe Monzón....

Se levantó, fue a ducharse, pero como era de esperarse nunca tendría una mañana normal, no tenían agua caliente. Volvió a vestirse y fue a la cocina muy frustrada, miro en la heladera y vio que nadie había paga del gas, agarro un vaso y lo lleno de agua fría, llegó hasta su padre y se lo tiro en la cara. El lo miro confundido y asustado.

-hija que pasó?- su padre se sentó en el suelo al lado del sillon, probablemente se había caído de el o nunca llegó a el sillón.

-no pagaste el gas, me podes explicar que pasó?- su padre miro el suelo y empezó a divagar- deja no me expliques nada, seguro lo gastaste en alcohol, voy a ver si pido un préstamo a mi jefe, si no hasta el mes que viene no vamos a tener agua caliente y dentro de poco empieza el invierno- su padre se acomodo en el sillón y ella fue a buscar café, que inoportunamente tampoco habia- hay que comprar café!!, me voy al hospital a ver a Mau antes del trabajo, no rompas nada- le dio una palmada en el hombro a su padre y se fue.

Ella trataba de no demostrar lo frustrada que estaba, nunca había tenido la posibilidad de pensar en ella, desde los 16 se hizo cargo de la casa, de tener al día las cuentas, de reemplazar todo lo que se rompiera y de que su hermano estuviera bien, el era el mayor, pero no lo parecía. Espero el colectivo y se fue al hospital.

En el hospital...

Ella ingreso y fue a la habitación de su hermano, entró y lo vio a Gonzalo, lo saludo y saludo a Mauro.

-estas a la moda hermanita- ella lo miro confusa, el señalo sus zapatillas y todos se rieron, en su descontrolada mañana no se había dado cuenta que se puso una zapatilla Roja y otra blanca.