delirios de lo prohibido (Bizarrap)

capítulo I

Algunos dicen que están donde deben estar, otros quieren salir de donde están, creen que hay que aceptar el lugar de donde uno viene, pero mi realidad es que me repugnan mis raíces. Mi padre es alcohólico, mi madre sale y nunca esta en casa, solo cuando le conviene o quiere dormir y después esta mi hermano.

Podría decir que es el único que vale la pena en mi familia, mauro es un chico dulce y gracioso, aunque verlo a veces me da miedo, miedo a que sea la última vez que lo pueda ver. Es un chico alto, de ojos marrones, su pelo teñido le da vida, la vida que en sus ojos no se puede reflejar, es Delgado y de tes blanca, tiene muchos tatuajes, que espero jamás tener que reconocer en un hospital.

Este día era normal o lo normal en mi vida, salí de la Universidad y fui a la parada del colectivo, lo espere mucho tiempo y no llegaba, pero yo tenía que estar a tiempo en mi casa, así podía evitar un nuevo desastre. Espero un rato más y me fui caminando, en el camino iba quejandome de la incompetencia de los vehículos públicos, el camino era largo, si el colectivo lo hacía en 30 minutos, caminando estaría en mi casa en una hora.

Al ver la cuadra de mi casa suspire aliviada de no ver su auto, me acerque a la puerta, introduje la llave en la cerradura y empuje el mango para abrirla, entre y ví a mi padre tirado en el piso durmiendo (o eso parecía), lo mire y decidí dejarlo ahí ya estaba cansada de sus aventuras nocturnas y cuidar de el. Fui hasta la cocina y me prepare un café, todavía no llegaba, en toda la noche mauro no piso la casa, mi madre tampoco, pero de ella ya era lo habitual. Cuando el café estuvo listo lo endulce y me senté en el sillón, apoye mis pies en la espalda de mi padre que roncaba en el suelo, prendí la tele y mire la hora 11:23, a las 12 solía llegar mi novio. A pesar del retraso con el transporte no era tan tarde.

Los minutos pasaban y escuche la puerta, tenía que ser mi novio, feliz fui a abrir la puerta, pero no era el, era mi hermano y venía escoltado por dos policía, preocupada lo mire, tenía unos moretones en el pómulo izquierdo y los labios inchados.

-señorita, usted es Alishe Monzón?- asenti en respuesta- lo encontraron golpeado y sin ropa en la plaza, parece que le robaron, dice ser su hermano.

-si oficial, gracias por traerlo, estaba preocupada- se limitó a hacer un ruido con su boca y mover su mano, luego se volteo y salió por la puerta.

Cerré la puerta y mire a mauro, cada vez estábamos más desconectados, entendía que le pasarán cosas en su vida, pero no quería que esas cosas acabarán con su vida.

-Mau, que pasó?- me miro, se río irónicamente, fue a la cocina a agarrar hielos y volvió hasta donde estaba yo.

-te acordas de Facundo?,el estaba en mi lugar, con mis amigos, no lo quiero ahí, suficiente es que se garche a mi hermana.

-Mau, te lo pedí por favor, necesito que se lleven bien, sos mi hermano y el mi novio- por su rostro parecía frustrado.

-Ali, no lo quiero en nuestras vidas, que va a pasar cuando se entere el desastre que es esta familia, una madre que solo esta cuando hay fiestas, un padre que se la pasa entre mujeres y alcohol, nosotros no encajamos con lo que es el, el es rico, te usa por tu cuerpo, grabatelo.

Todos me decían eso, las pocas veces que cenabamos en familia y salía el tema de Facundo, me decían que estar con el, era como ser su juguete, yo no lo veía así.

-Mau, no voy a volver a discutir esto, anda a dormir así se te pasa el mal humor, yo me voy con facu que ya tendría que haber llegado, lo voy a esperar a la plaza- fue para las escaleras, pero se detuvo y me miro.

-vas a venir al cumple de Joaquín?, el te quiere y le gustaría que estés, es mi amigo, pero es bueno.

-no lo se Mau, no creo, todo depende de cuanto tiempo este con facu, la última vez me quedé a dormir en su casa.

-siempre hay alguien más importante que tu hermano, un solo favor te pido y es que vengas a una joda donde vas a pasarlo bien, pero bueno, hace lo que quieras.

Se fue a su habitación y yo agarre mis cosas para ir hasta la plaza, Mau tenía un poco de razón, me daba vergüenza que el viera como vivo todos los días, cargar con una familia así no es fácil. Al llegar a la plaza me senté en un Banco, veía a los nenes jugar con sus familias y me ponía melancólica.
Los únicos juegos que había en mi familia, era que mis padres me enseñaban a destapar botellas de cerveza, a robarle a mis vecinos, al crecer supe que eso estaba mal, pero ellos seguían en esa vida.

Le mande un mensaje a facu para que supiera que estaba en la plaza, pero no lo vio, lo llame y me contestó.

-hola linda, como andas?- se escuchaban risas de fondo y música, estaba segura que se había olvidado de mi.

-te estoy esperando, me dijiste que hoy íbamos a festejar el cumple de tu hermana.

-tenes razón, me olvide de avisarte que se pasó para el próximo finde- estaba segura de que mentía, no le iba a dar vueltas al asunto.

-Facundo, sos terrible para mentir, si no querías que fuera, no me hubieras invitado.

-perdón linda, es que.. Sabes como son mis viejos y no quería desilusionarte- pero lo había hecho.

-y preferíste que me quedará a esperarte como una pelotuda, sos un hijo de puta- le Corte la llamada.

Siempre ponía excusas y siempre lograba defraudarme, cuando pensaba que no podía hacer más estupideces, más hacia. Volví a mi casa, en el camino un par de lágrimas rodaron por mi rostro, tenía que disculparme con mauro.