Sunset Boulevard

Capítulo 35 - De regreso en la Nueva República Independiente

A las tres de la tarde, el crucero llegó a tierra. Zhang Jue y Cui Chengze fueron los primeros en bajar del barco.

Zhang Jue no necesitaba que Cui Chengze le acompañara de vuelta a la Nueva República Independiente.

Había una multitud de periodistas apostados a la salida, esperando para abalanzarse sobre los pasajeros de este crucero en particular. Zhang Jue se puso unas gafas de sol y una máscara, y agachó la cabeza mientras seguía a los demás pasajeros a la salida.

Antes de llegar a la salida, pudo ver a Ai Jiaxi con su enorme gabardina color canela, con las manos en los bolsillos mientras esperaba entre la multitud. Ai Jiaxi había cambiado el color de su pelo desde la última vez que se vieron, su flequillo castaño pálido descansaba sobre su frente, sus ojos se abrían de par en par mientras asomaba la cabeza como un bebé pingüino.

Aunque se esforzaba por encontrar a Zhang Jue, como de costumbre, sólo se dio cuenta de que Zhang Jue estaba allí cuando lo llamó por su nombre delante de él.

La salida era estrecha y sólo permitía el paso de dos personas al mismo tiempo. Todavía había algunos pasajeros esperando detrás de Zhang Jue, así que éste llevaba el equipaje en una mano y puso la otra alrededor del hombro de Jiaxi y los condujo a ambos rápidamente a través de la salida.

Unos pasos más allá, donde tenían más espacio, Jiaxi agarró las manos de Zhang Jue y lo miró con ojos llorosos. "Jue..."

Se aferró a Zhang Jue con fuerza, hundiendo la cabeza en el pecho de Zhang Jue y agarrándose a su cintura, y dijo: "¡Cuando vi las noticias aquel día, me preocupé tanto! Pensé que si te ocurría algo, las últimas palabras que te diría serían pedirte que descascararas un camarón para mí".

Zhang Jue no pudo evitar soltar una carcajada. Acarició la espalda de Jiaxi y le consoló, diciendo: "Ahora he vuelto. Todo está bien ahora". Jiaxi le abrazó durante un largo rato antes de tirar de él hacia el exterior.

El conductor esperaba en una zona cercana a la sala de llegadas, y subieron juntos al asiento trasero. Ai Jiaxi se quitó la chaqueta, la abrazó contra su pecho y le dijo a Zhang Jue: "Ahora nos dirigimos al hotel, y volveremos mañana".

"De acuerdo". Zhang Jue asintió mientras dejaba a un lado sus gafas de sol y su máscara.

El asiento trasero del coche era espacioso, pero Ai Jiaxi insistió en aplastarse contra el costado de Zhang Jue. Se quedó mirando a Zhang Jue durante un rato, y luego suspiró como si fuera un adulto, informando a Zhang Jue: "El tío Zhang me llamó ayer y me dijo que te enviara de vuelta con ellos inmediatamente y que no holgazanearas por ahí. Pero creo que ya no está enfadado contigo", dijo Ai Jiaxi, acariciando el hombro de Zhang Jue. "Bueno, no es que te culpen o algo así, sólo están preocupados por ti".

Zhang Jue hizo un ruido afirmativo. "Lo sé", dijo, alisando el pelo encrespado de Jiaxi. "No tienes que pensar tanto".

"No lo hago, pero..." Ai Jiaxi bajó los ojos, y antes de que pudiera terminar la frase el coche había llegado al hotel.

El botones les abrió la puerta del coche y entró una ráfaga de aire frío. Ai Jiaxi se estremeció y no continuó su frase. Salieron del coche y se dirigieron rápidamente al vestíbulo.

Ai Jiaxi era más bajo que Zhang Jue y pasó su brazo por el de éste. Dijo suavemente: "Jue...".

Zhang Jue lo miró y preguntó: "¿Qué pasa?".

Ai Jiaxi pareció dudar y rompió el contacto visual: "Nada".

Subieron apresuradamente a su habitación.　　

En las pocas horas que siguieron, Ai Jiaxi no mencionó nada sobre Chen Boqiao a Zhang Jue. Se quejó a Zhang Jue de que su padre le había obligado a tener citas a ciegas, y de que la Nueva República Independiente era demasiado pequeña y algunos de los candidatos a citas bien establecidas eran ex de sus amigos. También mencionó que su fiesta de cumpleaños se iba a celebrar en un hotel de una isla y le dijo con severidad a Zhang Jue que este año tenía que quedarse hasta el final de la fiesta y no escabullirse a la mitad.