⌱ Corazón ardiente. ℘|℘ 𝑱. 𝑱𝒌 • 𝑲. 𝑻𝒉

Capítulo 16

Jungkook corrió como un demente por ese bosque con tal de regresar a tiempo. Le pidió por favor a su corazón que lo ayudará, que le dijera que estaba yendo por él, que solo debía aguantar un poco más. Pero la desesperación en el fue insoportable cuando su corazón dejó de intentar comunicarse, como si Taehyung dejará de sufrir de golpe y no quería imaginar la razón.

Fue entonces cuando entró a esa aldea, en la que atrajo algunas miradas de soldados que se sintieron extrañados por su comportamiento tan agitado, inhabitual de ese líder tan serio. Dirigiéndose directo a la tienda de su primer sospechoso comenzó a escuchar a lo lejos fuertes gritos que lo alertaron, aunque no eran los de Taehyung.

Y entonces llegó. Entrando como un torbellino a ese lugar en el que se quedó fuera de órbita, sin comprender, con su mente aturdida intentando convencerlo de que lo que veía era cierto.

El general Ban en el suelo retorciéndose del dolor, apenas teniendo fuerzas para seguir gritando, mientras Taehyung algo perdido lo observaba a lo lejos, lentamente dirigiendo la mirada a ese azabache. Jungkook se quedó perplejo al ver sus ojos, que no eran los únicos con ese color grisáceo, y la sangre cayendo de su nariz lo alertó. 

Pero antes de poder decir algo, esos ojos grises se llenaron de lágrimas que no pudo contener.

— Lo voy a arreglar, Jungkook. — Murmuró entre su sollozo, sin imaginar lo que ese líder podría sentir al enterarse de lo que estaba ocurriendo. — Lo prometo... Haré que todos vean quienes son los verdaderos monstruos.

Jungkook no tolero verlo tan roto de nuevo, por lo que sin importarle el ambiente que los rodeaba se acercó a él para acogerlo entre sus brazos, sintiendo su cuerpo tembloroso y asustado. Había pasado todo un caos hasta su llegada, Taehyung estaba bien, pero ¿A qué costo?

No sabía lo que había pasado como para que ese hombre estuviera retorciéndose en el suelo y Taehyung sangrando, y eso lo desesperaba.

— Taehyung, ¿Que te pasó en la nariz? — Inquirió desesperado. — Santo Dios, ¿Qué pasó aquí?

Le señaló ese lugar en desastre y fue peor cuando su mirada vio a ese hombre de nuevo desde el punto de Taehyung. Sus brazos quemados y parte de su rostro también, jadeaba del dolor del ardor y se retorcia casi deseando la muerte ante esa cruel tortura. 

Sintió su cuerpo palpitar aturdido cuando tuvo como un deja vú.

Apresurado se apartó, sintiendo su respiración agitarse de golpe y su mente con más desesperación quiso saber qué pasaba. Pero solo veía a Taehyung llorando, y un hombre quemado jodiendolo todo de una manera peor.

Creyó que en ese maldito punto nada podría empeorar, pero su día de mierda aún no estaba completo.

Porque sus agudos sentidos, esos que Taehyung también tenía y estaba desarrollando, iban a volverse su más oportuna alarma y la más dolorosa para su corazón.  

— ¡Hermano! — Escucho el grito desgarrado de un niño en llanto a lo lejos y como una descarga desde el oído al corazón, Jungkook dejó de sentirse en sí.

Taehyung presenció la aparición de esos furiosos ojos dorados que escucharon el sufrimiento de su hermanito menor pidiendo su ayuda y supo que llegaría un nuevo desastre. Por eso no lo perdió de vista, haciendo que sus torpes piernas se movieran detrás de él aunque se tambaleen, para seguir al fúrico Jungkook que iba a acabar con todo ser que osara tocar a su hermano.

No les importó una mierda ese hombre que dejaron en el suelo suplicando por ayuda, sobre todo a ese doctor aunque fuera el causante de su dolor. Jungkook siguió ese rastro que su oído y el olor de su hermano le habían dado, llegando al campo de entrenamiento en donde lo vio todo.