Capítulo 17

1.7K 300 11
                                    

Ese dolor en su cabeza mareada le advirtió que estaba despertando. Con pesadez, Taehyung luchó por abrir esos ojos negados, siendo encandilado por la luz solar que entraba por la ventana. Pero su cálida mano, sintiéndose cuidada y protegida le pidió despertar de una vez por él, por ese azabache a su lado que sintió un gran alivio al verlo abrir los ojos.

— ¿Estas bien? — Murmuró queriendo un alivio completo, acariciando suavemente su mejilla. — Si es porque ese tipo te golpeó-

— Lo queme... — Interrumpió en un bajo tono débil.

Jungkook arrugó el entrecejo, sin comprender.

— ¿Que?

— ¿No lo viste al llegar? — Inquirió sin recordar claramente la situación. — Fue como si el fuego me ignorara... Y traspaso por mi hasta llegar a él.

Aunque era confuso recordaba a la perfección ese sentimiento de poder en su interior, ese que recorrió por sus venas e hizo arder su sangre, así como su tigre rugió dentro de él. Se sintió fuerte e imparable, como si se bañará en gloria.  

Pero Jungkook aún inseguro simplemente no lo pudo creer, no podía con ese miedo en su interior.

— Te habrás golpeado la cabeza. — Intentó evadir.

— ¿No me crees?

— No es eso, Tae. — Aseguró apresurado. — Yo-

— Es el fuego.

Cuando le quiso dar una explicación, Taehyung ya tenía demasiados problemas que resolver.

— Tae, ¿A donde vas?

Como si nunca le hubiera pasado nada, ese doctor se levantó de la cama aunque se tambaleara algo mareado y camino rápido a la salida de esa cabaña en la que Jungkook lo había acogido. El azabache lo siguió apresurado, sin querer arriesgarse a otra pérdida y ambos llegaron de nuevo a ese campo.

Notaron la diferencia en la cantidad de guardias, ahora eran menos y no dudaban que habían ido a informar lo ocurrido y a buscar más gente. Fue el momento justo para que ese doctor volviera a interrumpir la prueba y exigir la libertad de esos niños inocentes, siendo los más pequeños de unos cinco años los que se aferraron a sus piernas suplicando ir a casa. 

Y por culpa de la negación de esos soldados, el panorama para Taehyung empeoró.

— ¡No provoquen a ese tipo!

Todos fijaron la mirada en ese hombre que gritó como demente, llegando al campo casi arrastrándose con los brazos vendados alrededor de los hombros de esos soldados que lo ayudaban a avanzar y su rostro quemado alarmó a todos. La paranoia en sus ojos se notó a kilómetros y los soldados no supieron si oír o sentir miedo. 

— ¡Apártense de ese lunático! — Grito entre jadeos desesperados. — ¡Es un demonio!

Taehyung apretó los puños al oír tal discriminación, mientras que el azabache detrás de él tensionaba la mandíbula por lo descarado que es ese hombre.

— No creo que estés capacitado para estar aquí en este momento, Ban. — Afirmó el tono, manteniendo la calma. — Mantente afuera.

— ¡No! — Se negó, totalmente en contra. — ¡Todos deben verlo, deben saberlo! ¡Eres un peligro!

Con esos heridos dedos que apenas sentía con una segura infección, Ban le exigió a ese soldado a su lado a quien le había ordenado guardar su zippo antes de salir de la tienda tomarlo para encenderlo y antes de que alguien pudiera hacer algo, estaba siendo dirigido por los aires a ese peligris. Todos miraron perplejos cuando Taehyung lo atrapó, justo con esa llama de fuego sobre su mano y no dio ninguna reacción.

⌱ Corazón ardiente. ℘|℘  𝑱. 𝑱𝒌 • 𝑲. 𝑻𝒉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora