⌱ Corazón ardiente. ℘|℘ 𝑱. 𝑱𝒌 • 𝑲. 𝑻𝒉

Capítulo 09

— A pesar de sus peligros, este lugar es hermoso.

Aún sumiso bajo el encanto, Taehyung contemplaba todo lo que sus ojos alcanzaban de ese hermoso bosque, teniendo una segura compañía que lo guiaba con experiencia. El doctor podía disfrutar mientras era cuidado por ese azabache que en esa cálida mañana se relajaba junto a él antes de comenzar un nuevo día de trabajo, resultándole más relajante de lo que imagino. 

— Cada rincón, incluso lo peligroso. — Asintió amando cada parte de ese bosque. — Tal vez, es peligrosamente bello.

— ¿Como ustedes?

Ojeo curioso al castaño a su lado, quien le sonreía ligeramente persuasivo como si intentara leer sus pensamientos. Jungkook soltó una risita nasal y volvió la mirada al frente, avanzando entre ese verde puro lleno de vida.

— Esos pequeños son hermosos, pero es cierto que podrían ser una amenaza para los demás. — Confesó por más duro que fuese. — Y... Duele tanto ser diferente de una manera tan mortal.

Taehyung analizó esa mirada neutra fija al frente, intentando leer esa aura que se mantenía serena aunque la mente de ese azabache fuera un torbellino.

— Siento que cada vez que me hablas de ellos así, me hablas de ti. — Comentó pensante.

Jungkook agrandó los ojos y lo miró por el rabillo curioso, viéndolo camina con largos pero pausados pasos y las manos atrás en un intento de misterio.

— Estoy llegando a la hipótesis de que eres un peligroso depredador.

En su intento de juego, Taehyung sufrió un tropiezo. Torpe al andar, Taehyung resbaló al pisar unas pequeñas rocas sobrepuestas y como era costumbre para él, iba a tener que aguantar un impacto contra el suelo a causa de su torpeza.

Pero olvidaba que alguien estaba allí con la prioridad de cuidarlo.

Sorprendido, Taehyung abrió los ojos de par en par cuando fue tomado por la cintura y ese azabache lo jalo, tarándolo contra él para que su cuerpo recupere el equilibrio antes de caer. Sumergiéndose en un congelamiento del tiempo sus miradas se encontraron tan cerca que incluso parecieron decir más que mil palabras.

Taehyung se sintió tan nervioso con la cercanía que sus manos sobre su pecho comenzaron a sudar un poco y fue incapaz de perderse en esas imponentes orbes oscuras que se apoderaron de su cuerpo, alma y corazón.  

— ¿Te parezco peligroso? — Inquirió el pelinegro, sin dejarlo caer.

— Para nada. — Murmuró convencido. — Me pareces dulce y amable.

La vio de nuevo. Esa dulce sonrisa cuadrada tan genuina y sincera que a Jungkook le encantaba.

— Pero... ¿Tu como te ves, Jungkook?

Viendo sus ojos suavizarse, Taehyung noto un ligero brillo en esas orbes oscuras, que se agrandaron por la sorpresa. Esa pregunta que nunca le habían hecho antes, se sintió extraño pensarla.

— ¿Yo? — Soltó una risita, perdido en esos ojos miel. — Podría ser la causa de tus pesadillas, príncipe.

A Taehyung se le escapó una carcajada. Arrugando el entrecejo Jungkook miró como se escondió en su hombro dando una palmada en su brazo, como si hubiera dicho algo totalmente gracioso. Pues la mente de Taehyung era tan ocurrente que ya tenía una increíble respuesta.

— En todas mis pesadillas acabó muerto. — Comentó repentino, dejando perplejo al azabache. — ¿Y sabes que dicen que significa?

Jungkook negó apresurado, queriendo saber.