𝐉𝐔𝐍𝐆𝐊𝐎𝐎𝐊 | ⌲ Príncipe... Mi príncipe de Corazón Ardiente.
𝑪𝒐𝒏𝒄𝒆𝒑𝒕𝒐 •٠·˙
Jeon Jungkook es un joven Líder que lleva adelante a una manada de híbridos oculta en el bosque con abund...
Advertencia: Para quienes ya habian leido la parte 18, vuelvan y chequeen al final que había cometido algunos errores en la distribución de párrafos, pero ya lo arregle uwu. Así no se saltean nada y comprenden todo bien.
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Entonces el día llegó.
Ese día en el que Taehyung ordenó a todos los soldados alistarse presentables y bien cuidados, entregándoles sus armas descargadas y todas sus pertenencias impecables. En pocas palabras, les dijo que regresarían a casa como si nada hubiera pasado y dirían que los desacuerdos habían sido arreglados.
Mientras que al General, uf, le dejó bien en claro que si no quería terminar por perder esos dedos en recuperación quemados debía mantenerse bien tranquilo y calladito.
Pero a sus amigos... Bueno con ellos fue más...
— Hobi Hyung, no llores. — Pidió quejumbroso. — Voy a estar bien.
Entre los brazos de Hoseok, Taehyung era apretujado como pollo de hule, mientras sollozaba a moco tendido sin querer despegarse. SeokJin observaba esa escena de brazos cruzados con vergüenza, intentando ignorar esas miradas que el escandaloso llorón atraía.
— ¡¿Como me pides que no llore?! — Le dio un sacudón indignado. — ¡Vine aquí contigo y jure que regresaría contigo! ¡¿Por que me haces esto?!
— Porque ellos me necesitan...
Sonriendo con adoración, Taehyung miró a esos híbridos que jugueteaban entre ellos mientras terminaban de cargar las maletas de los intrusos con alegría, pues el peligro se iría sin haber podido con ellos y al fin volverían a ser libres. Hoseok también sonrió entre lágrimas, en ese tiempo con ellos también los había querido mucho. Sobre todo a esos pocos adultos jóvenes con los que había compartido su música y baile, intercambiando culturas, aprendiendo el uno del otro.
— ¡Aigo, a ustedes también los voy a extrañar! — Lloriqueo olvidándose de Taehyung para ir tras ese grupo de chicos.
Sus brazos atraparon a quienes más pudo para colgarse sobre ellos, mientras esos chicos se miraron desconcertados por el drama de su Hyung. Aún así les dio ternura el moco que se le caía sabiendo que los iba a extrañar y entre todos lo abrazaron, asegurandoles que ellos también lo iban a extrañar.
Fue cuando Taehyung carcajeo al ver que algunos niños y pequeños animales le saltaron encima al llorón para dejarle claro que agradecían su ayuda y también era querido, que le tocó a SeokJin despedirse.
— ¿Estás seguro de esto? — Fue la pregunta que lo estaba ahogando y Taehyung se centró en él.
— Lo estoy, Hyung. — Asintió seguro.
— ¿Y nada te hará cambiar de opinión? — Insistió un poquitin más.
— Nope. — Negó, hamacándose en sus pies con las manos en la espalda.
