⌱ Corazón ardiente. ℘|℘ 𝑱. 𝑱𝒌 • 𝑲. 𝑻𝒉

Capítulo 11

— ¿Es cierto? ¿Todo es una farsa?

Cruzado de brazos, Taehyung exigía su respuesta cuando consiguió entrar a esa tienda, en la que necesitabas solicitar entrar antes de hacerlo. Él general Ban sentando en una silla mantenía sus pies cruzados sobre la mesa, mientras se rasuraba frente al espejo circular.

— ¿Tengo soplones en mi equipo?

— Solo compañeros. Usted lo confesó frente a todo el campo en mi ausencia y los amenazó con la casi muerte de un amigo. — Le recordó.

Al general se le escapó una risa, hundiendo la rasuradora en esa palangana con agua para enjuagarla y volverla a usar.

— Asi que sobrevivió... Qué espléndida noticia. — Su ironía se notó a kilómetros.

— General, ¿Fue todo una mentira? — Insistió en confirmar, ignorando aquel comentario. — ¿Mataran a estas personas por simple... Placer?

— No por placer, por protección. — Le corrigió.

Enjuagándose el rostro el general se levantó con pesadez, fastidiándole esa presencia de la que se quería deshacer lo más pronto posible.

— Estos monstruos... Son peligrosos.

— ¡La mayoría son niños! — Protesto fúrico.

— Niños con la fuerza de un adulto fornido. — Planteó en calma, sabiendo que al final siempre ganaría. — Son dotados. Si algún día se revelan nos destrozaran.

— Ellos nunca nos hicieron daño, viven en paz.

— ¿Hasta cuando? ¿Hasta que alguno quiera convertirse en el más fuerte y decida atacar?

— Solo dice tonterías. — No quiso dejarse influenciar por ninguna de sus continuas mentiras.

Eso colmó el vaso de ese hombre. 

— ¡Y tú solo estorbas desde que llegaste!

Desenmascarando todo su odio hacia ese hombre de buena fe rugió molesto. Peligroso se acercó y Taehyung tensiono todo el cuerpo, inseguro por esa mirada que lo asesinaba. No le era sorpresa, su disgusto hacia su persona siempre se había notado, pues ese hombre era tan mierda que detestaba que Taehyung sea tan bueno.

— Siempre le dije al presidente que solo serías una carga pero insistió, ¡Insistió en meter en mi equipo a un insoportable mocoso!

Cerró los ojos cuando Ban golpeó el poste que sostenía la tienda atravesado en medio a su lado, sabiendo que en un descuido podría ser quien recibiera el golpe de parte se ese hombre sin escrúpulos. Volvió a abrir los ojos y se encontró con esa persona echando humo por esa mirada incendiada.

— ¿Por qué en vez de estorbar en el día de todos hace algo útil, Doctor Kim?

— ¿Como morir? — Masculló impotente. — ¿Así lo resolvería usted?

— De luto por el inútil doctor con complejo de héroe. — Pensó con una ligera sonrisa, llevando su mano atrás. — ¿Quieres que descubramos cuanta paz podría brindarnos eso?

Taehyung trago en seco, sintiendo su cuerpo al borde del abismo cuando escucho esa recarga y tuvo ese frío metal en su cabeza. Su expresión vaciló por su incontrolable miedo que alimentaba su ego y de un momento a otro, estuvo riendo a carcajadas la maldad que salía a la luz para volverse la nueva enemiga de ese doctor. 

Cabreado sintiéndose ahogado tuvo que reaccionar. Dejando a ese hombre con su locura salió de la tienda apresurado, y el fresco aire no fue suficiente para calmar su desesperación. Lo supo al instante, estaba cayendo bajo otro ataque de esos que sufrió por tantos años en ese lugar en el que estaba solo y nadie lo ayudaba.