El Refugio Esmeralda [+18 • GAY]

14. Separados (Parte 3)

POV de Trevor

Se oía el sonido de una refrescante brisa que tocaba mi oreja y hacía que me acurruque cada vez más en aquel sillón. Luego de darme cuenta sobre ese pequeño detalle -ya que estando en la carpa eso jamás sucedía-, abrí poco a poco mis ojos para encontrarme con Bobby hecho literalmente una bola a mi lado. Sonreí al verlo de ese modo y recosté mi cabeza nuevamente en aquella almohada improvisada. Sin embargo, pasaron unos segundos hasta que realmente pude darme cuenta de qué había sucedido y por qué me encontraba allí. Fue así como luego de bostezar me levanté para quedarme sentado en el sillón mirando hacia la nada, reiniciando mis sistemas internos.

-¡Veo que ya has despertado! -Me sobresalté al oír a AVA, la cual se encontraba aún sentada en aquel largo sillón- ¿Pudiste dormir bien?

-Hola, AVA. Sí, pude dormir bien, gracias por preguntar. -respondí mientras me sentaba y miraba hacia donde ella.

Hubo un silencio necesario en el medio, uno en donde se podía apreciar el canto de algunos pájaros que se encontraban por los alrededores. Giré mi rostro nuevamente hacia la robot, la cual observaba el horizonte con una sonrisa. ¿Qué estaría pasando por su mente en este momento?

-¿Pasó algo interesante en la noche? -pregunté con curiosidad ya que realmente me dormí y no presté demasiada atención.

-¡Sí! -contestó ella mientras en su rostro se dibujaba una expresión de descontento.

-¿Qué sucedió?

-Una mariquita se posó en mi mano -mis nervios desaparecieron a la vez que una sonrisa aliviada aparecía-. ¡Era preciosa!

-¿Y eso es... interesante? Quiero decir, ¿nunca has visto una mariquita?

-Sí las he visto. Siempre solíamos salir a jugar con la hija de mi amo y de vez en cuando encontrábamos a esos pequeñines. Sin embargo, pasó algo con la mariquita...

-¿Qué pasó...?

-La mariquita quiso escapar, pero yo no quería que se vaya, así que la agarré y...

-¿Y...?

-Y cuando abrí la mano la mariquita no se movía. -De cierta forma me dio ternura su inocencia.

-Oye, tranquila. No lo hiciste a propósito. Así que no te preocupes, ¿de acuerdo?

-De acuerdo. Gracias por escucharme. ¿Sabes? Serías un excelente psicólogo: sabes escuchar y das buenos consejos.

-Me hubiera gustado pero, bueno, ya sabes lo que sucedió...

-Sí, es verdad. ¿Tienes hambre?

-Hmm... Un poco. ¿Por?

-¿Deseas que te prepare mi ensalava?

-¿Tu qué...? -Debía admitir que el nombre me dio risa.

-Es una ensalada que solamente tiene tres ingredientes y puedes encontrarlos en el bosque. Además, con solo comer esa ensalada tu energía y saciedad estarán al máximo durante varias horas debido a la gran cantidad de propiedades que tiene...

-Me interesa... Dime qué necesitas e iré a buscarlo.

-¡Excelente! Primero, voy a necesitar un Lirio hada, suelen encontrarse junto a los grandes árboles de por allá -explicó mientras señalaba el lugar-. Luego, necesitaré las raíces de una pequeña planta que crece junto a los ríos. Hay uno muy cerca de aquí, así que de seguro lo encontrarás enseguida. Sus hojas son largas y suaves al tacto.

-Perfecto. ¿Y qué hay del último ingrediente?

-¡Ah, claro! El último ingrediente son unas pequeñas bayas de color rojo intenso. Suelen encontrarse en unos arbustos redondos con sus hojas verdes oscuras. Es casi imposible que no las veas, el contraste entre ellos está muy marcado...