Estrellas en el infierno

45

Un par de semanas pasaron demasiado rápido, y junto con ellas muchas noticias
La Boten seguía molestando aún, la Sra. Minami había fallecido, la salud de Haru empeoraba, Takemichi y Hina estaban esperando un hijo y yo solo veía todo pasar poco a poco, mientras presenciaba actitudes extrañas de Ran, era demasiado atento hacia mí, me demostraba cariño a cualquier hora del día cuando antes no era asi

-me siento incomoda- mire nuestro alrededor, todas estas mesas finas repletas de gente codiciosa

Ran: tranquila, solo venimos a comer- colocó su mano sobre la mía -nadie nos molestara aqui-

-pudimos pedir la comida y comer en casa, me incomoda estar rodeada de mucha gente- me movía un poco incomoda sobre mi silla

Ran: tranquila, es la primera vez que podemos salir sin escondernos de nadie- sus lindos ojos violetas me hicieron caer -quería traerte a celebrar-

-celebrar? Que celebramos?- pregunté curiosa

Ran: celebrar que por fin estamos juntos y que nadie nos separará- me dio un sutil beso

-últimamente has estado más cariñoso, acaso estas haciendo algo amis espaldas?-

Ran: no puedo ser cariñoso con la mujer que amo?-

-no- el mesero llego poniendo los platos de comida -solo que me es raro tu repentino cambio-

Ran: entonces te gustaba cuando aveces te ignoraba?- había cierta sonrisa burlesca en el

-podría decir que si, no me gusta que seas tan cariñoso-... -extraño un poco tu rudeza- lo mire con una pequeña risa -por cierto, escuche que mi padre tuvo una pequeña reunión contigo, todo bien-

Ran: si, solo se preocupa de su peuqeña, veo que por fin encontraste la familia que tanto buscabas- habló con un poco de nostalgia

-no fui yo, ellos me encontraron, de no haber sido por ellos tal vez yo estuviera muerta-

Ran: deja de decir eso por favor, no quiero imaginar si eso hubiera ocurrido-

-pero es la verdad, no puedo negar las cosas, si ellos no hubieran aparecido a tiempo tal vez yo- los labios de Ran se posaron en los míos antes de que continúara

Ran: para- susurro sobre mis labios -no te volveré a dejar, quiero estar a tu lado siempre y cuando me lo permitas- una de sus manos tomó la mía -Neru, quisieras pasar el resto de tu vida junto a la mía?- sus palabras eran completamente sinceras, mis ojos no se apartaba de los suyos olvidando por completo a las personas que se encontraban alrededor de nosotros, ignoraba todo, solo veía a Ran sin decir nada, sentí como toda mi sangre se iba a mis pies y un pequeño cosquilleo recorría por mi espina dorsal cuando una pequeña cajita se abrió frente a mis ojos mostrando un anillo cubierto de diamantes -no quiero perder más tiempo y no quiero volver a perderte, quieres casarte conmigo?- seguían en un ligero shock, mi voz se había ido al igual que mis pensamientos

-y-y-yo- no podía articular una sola palabra -me vo-voy a d-desmayar- con dificultades pude terminar aquella frase cuando caí de cara en el hombro de Ran para después ver todo en Negro

?: señorita? Señorita se esncuentra bien?- poco a poco abría mis ojos confundía

-que me paso?- mire toda la gente a mi alrededor que me miraba confundida

?: se desmayo señorita- un hombre algo grande me habló, tal parece que aún seguía en aquel restaurante, mire a un lado y me encontré a Ran tomando mi mano, se veía preocupado y avergonzado, no decía nada, solo me miraba -se encuentra bien?- volvió hablar

-si si, solo, tal vez deba descansar un poco-

Al estar un poco más calmada Ran y yo nos retiramos de aquel restaurante dirigiendonos a mi apartamento, en todo el camino Ran no dijo ni una sola palabra, se veía incómodo
Tal parecía que no era una imaginación mía el que me había propuesto matrimonio

Ran: desansa un poco, estas débil aun- me ayudó a subir a la cama y después salió de la habitación sin decir nada

Las horas pasaron y solo veía como el sol se ocultaba desde mi cama, seguía pensando en aquello que pasó, aún no podía creerlo, Ran me había propuesto matrimonio y yo me desmaye, y aún no le daba una respuesta

-Dios soy una idiota- golpee mi cara con la palma de mi mano al recordar que aún no le daba una respuesta
Ahora tenía sentido su comportamiento

Salí de mi habitación esperando a encontrarme a Ran en la cocina pero estaba sentado en la sala sin hacer nada a oscuras, solo lo iluminaba las luces de los otros edificios, me acerque lentamente a él sin decir nada acercándome lentamente a él intentando no hacer ruido, se veía tan concentrado en sus pensamientos

Sin decir nada me senté sobre sus piernas apoyando mi cabeza en su pecho, escuchaba su corazón latir

-laten al mismo tiempo- interrumpí aquel silencio

Ran: de que hablas?- tomé una de sus manos colocándola sobre mi pecho, un poco más arriba de mi seno izquierdo

-lo ves, están perfectamente sincronizados- me quede en silencio un poco sintiendo el calor de su mano -Ran yo- no sabía cómo continuar -lamento lo del restaurante, no sé qué me paso solo se que-

Ran: no, no te disculpes, si no lo quieres hacer esta bien, entiendo- se veía triste

-Ran, yo jamás dije que no quería casarme contigo- levante mi cara mirándolo a los ojos -me sorprendí demasiado y cuando quise responderte ya me había desmayado-

Ran: creo que me apresure en hacerlas cosas-... -tu padre me dijo que sueles escapar cuando te sientes en peligro-

-maldito viejo- susurre para mi -no puedo negar en qué todo esto es extraño para mí, en 10 años me he negado a recibir muestras de amor y ahora que estoy contigo todo es extraño, aveces no se como continuar y no quiero lastimarte tampoco, pero a la vez quiero continuar con todo esto, me siento feliz a un lado tuyo y no quiero que nunca termine- mi voz salía temblorosa

Ran: entonces tuu?-

-si Ran, si quiero casarme contigo- le mire con felicidad mientras nos dábamos un dulce beso -te amo- esas palabras salieron en un ligero susurro que solo ambos podíamos escuchar, 2 sencillas palabras que salieron desde lo más fondo de mi corazón que todo este tiempo me a costado decirle

Ran busco entre las bolsas de su pantalón aquella cajita aterciopelada en donde se encontraba aquel anillo, al sacarlo tomó mi mano que temblaba un poco para después colocar en mi dedo anular, entraba a la perfección, era un hermoso anillo cubierto de diamantes
Solo podía mirar con felicidad mi mano y después ver a Ran con la misma cara de felicidad que la mía