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Aquella tipa me empezaba a hirritar, era la popular de la escuela y se creía intocable por qué su padre era un político de alto rango

-te juro que la haré pagar cada una de las que a hecho esa zorra- le murmulle a shiro sin prestar atención a la clase

Shiro: no hagas nada que te afecte, sabes que papá nos tiene sentenciados-

Maestra: Nerushima, me puedes decir de que estamos hablando?- la maestra me llamó la atención

-del tema de clase- me daba igual lo que me dijefa

Maestra: que graciosa, de pie- genial ahora tenía otra molestia

?: será que también sea estúpida para la escuela- su simple tono de voz me irritaba

Maestra: dime, por que el protagonista de la historia dejó a su amor y no fue por ella cuando sabía que ella lo amaba también- odiaba la clase de literatura

-por idiota- escuche risas de mis compañeros -no es más que un simple libro de cliché absurdo, una amor de infancia que perdura durante años? Por favor eso no es para nada real, una chica que olvido a su amigo de la infancia y al verlo lo reconoció de inmediato y su amor regresó?- mire a la maestra incrédula -es solo una patética historia de amor, si nos ponemos a pensar ninguno se amaba, amaban el hecho de recordar su infancia, es por eso que el protagonista no la siguió, por que no la amaba en su totalidad y ella solo amaba los recuerdos- realmente todo esto me asqueba, las historias de amor eran asquerosas y horribles, nadie era capaz de tener un amor de cuento de hadas

Maestra: muy bien, creo que captas te la parte de la historia que muchos no lo hicieron, puedes sentarte-

El resto de los días me dedique a investigar a aquella zorra que odiaba, al parecer era la novia del capitán del equipo de fútbol y ella pertenecía a las porristas, un clásico romance de escuela y un asqueroso cliché, pero no todo era color de rosa, al parecer a ambos les gustaba disfrutar de ciertas cosas que eran ilegales, pero a mí familia enriquecia

-debo hablar contigo- jale del brazo a shiro llevándolo a una parte alejada del colegio -aman las drogas-

Shiro: que?- estaba confundido

-los idiotas, el tipo que odias y la zorra de instituto, aman las drogas y son codependientes de ellas- había un cierto brillo en mis ojos que a shiro le asustaba

Shiro: que piensas hacer?-

-me apoyaras si te lo pidiera?-

Desde hace poco molestaba a aquella tipa con su pequeño secreto, intentó amenazarme pero yo no estaba ahí para hacerla enojar, más bien, negocie con ella, la obligue a que me comprara mercancía y a su novio también, aunque shiro se encargaba de ese tema con el, al poco tiempo aquellos tipos estaban en la palma de nuestras manos, hacían lo que les pedíamos por mercancía, así fue como dejaron a Melany en paz y ahora pertenencia al equipo de porristas, Shiro, leo y yo estábamos en el equipo de béisbol mixto, aunque yo era la única mujer, había entrado por accidente y ahora formaba parte del equipo

Después de un tiempo más personas nos buscaban por mercancía, al parecer habían más adictos en esta escuela que en la calle, bueno, no se podía esperár de gente que se baña en dinero, queríamos dejar de vender pero realmente las ganancias eran buenas, aunque todo lo regresábamos al dinero de nuestro padre, no queríamos que se enterara de lo que haciamos y tampoco nos queríamos veneficiar de ese dinero, todo iba de maravilla hasta que aquella tipa le dio una sobredosis a mitad de una presentación, ahí supe que todo se irá al carajo

A shiro y a mi nos descubrieron, hablaron con nuestro padre de lo que hicimos, si no fuera por sus influencias y dinero creo que ahora estuviéramos en la correccional, al verlo salir no nos dirigió la palabra, estaba molesto, lo único que sabíamos era que fuimos hechados del colegio, todos nos veían aterrorizados, a shiro y a mi nos daba gracia, sabíamos que el terror no era hacia nosotros, sino por mi padre, por suerte ha me había librado del estúpido colegio

Papá: a partir de mañana irán al colegio militar- ambos nos quedamos sorprendidos de sus palabras

-es broma, verdad?-

Papá: te parece que estoy bromeando Nerushima!?- no, definitivamente no era una broma -me he esforzado por darles el mejor futuro y ustedes hacen estas estupideces! Creen que vender droga es un juego!? Pudieron pasar el resto de sus vidas detrás de una celda, así que es hora de que entiendan y si no pueden entender por mi en el colegio militar lo harán-... - hagan sus maletas, mañana serán internados en el colegio-

Mierda, ahora si de esta no había manera de librarnos, shiro no decía nada, sabía que era igual de culpable que yo, pero por una estupidez mía lo arrastre conmigo

En la mañana siguiente fuimos enviados deste muy temprano al colegio, empezamos desde cero, las clases eran extremadamente pesadas, nos hacían despertar a las 4 de la mañana para hacer ejercicio sin importar el clima, después de eso nos daban el desayuno que era horrible para después ir a clases, al terminar con las clases seguíamos con el entrenamiento militar, todo era muy exhausto, no teníamos momento de descanso para nada y nos trataban de manera cruel
2 años y medio pasaron, solo me faltaba medio año para salir de este internado, me habia acostumbrado demasiado y ya no me parecía horrible, mas bien, me gustaba, aprendí a pelear y resistir en los peores momentos, mi cuerpo se formó de manera descomunal, también había ganado algunas pequeñas cicatrices de algunos combates que haciamos en los entrenamientos, nos enseñaron a utilizar armas, básicamente éramos soldados dispuestos a morir en guerra
Todo iba de maravilla, estábamos en un entrenamiento de batalla cuerpo a cuerpo, esta vez me había tocado con una compañera con la cuel no estábamos en Buenos acuerdos, sabíamos que no podíamos hacer un escándalo por que seríamos severamente castigadas, asi que esta batalla fue la bomba que detonó el caos
Las cosas se pusieron serias, ambas teníamos algo de sangre en nuestras caras y nuestros nudillos estaban rojos, el enojo se sentía, los golpes no paraban y se volvían más fuertes, no era una clásica pelea donde tiraba os del cabello, esto parecía más que nada una masacre, ningua de las dos se daba por vencida, estábamos dispuestas a matarnos si era necesario, no nos importaba lo que podía pasar, solo pensábamos en terminar la una con la otra
Los coroneles nos habían ordenado parar pero ninguna hacía caso, ambas escupiamos sangre, tal vez teníamos algunos huesos rotos pero seguíamos peleando, fuimos entrenadas para esto y no íbamos a parar hasta que una de las dos muriera, no nos importaba si nos rendíamos o no, shiro trato de meterse pero lo golpee, no quería que se metiera en mis asuntos, eso fue lo que explotó, los coroneles nos quisieron intentar separar pero fueron golpeados por nosotras, algo en mi se había desconectado, todo era negro, no escuchaba nada, solo pensaba en matar, matar a todo aquel que se atravesará en mi camino, aproveche que mi compañera estaba de espaldas para tómala por el cuello y empezar a estrangularla, creo que pedía que parara, pero su voz me era inaudible, solo pensaba en terminar con ella, Cúando estaba apuntó de caer inconsciente shiro volvió a interponerse creando un nuevo conflicto, ahora éramos los dos quienes peleábamos hasta que pudieron detenerme entre varias personas, fue ahí cuando mi consciencia fue cobrando sentido, pero no me sentía culpable de nada, shiro estaba en el suelo con sangre por su cara, mis nudillos tenían pequeñas cortadas por los golpes

Nuevamente fui expulsada, no presentaron cargos contra mi pues mi compañera también fue responsable en este conflicto, shiro dio su baja y ambos regresamos a casa, sabía que mi padre no estaría contento con nada de esto

Papá: me dirás que sucedió o seguías encerrada en tu habitación- entró a mi a habitación sacándome de mis pensamientos

-no se que me sucedió- miraba un punto sin sentido -todo estaba negro, no escuchaba nada, solo pensaba en matar en satisfacer mi necesidad de terminar con alguien, no me di cuenta en que momento golpeaba a Shiro, la volví a cagar- abrazaba mis piernas intentando sentirme aliviada

Mi padre se sentó aún lado mío abrazándome, no decía nada, solo me abrazaba intentado calmarme

-siempre arruinó todo, cuando todo va de maravilla... Lo arruino-

Papá: no digas eso, jamás arruinaras nada hija, a partir de ahora me ayudaras en el negocio, quiero que seas mi mano derecha, yo te cuidare y no dejaré que tus impulsos se vuelvan a apoderar de ti- sus abrazos eran cálidos, me hacían sentír que alguien me quería, me hacían sentir que tenía una familia

Fin del Flash Back

Estrellas en el infierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora