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Ahora estaba en una en la casa del jefe de la yakuza.

Fue hasta el lugar donde vivía una vez se dio cuenta que me había escapado del lugar, se negaba dejarme ahí sola y casi al punto de morir.
La casa era demasiado lujosa, las telas de la cama eran demasiado finas que se sentían con tan solo tocarlas.

Después de varios meses pude tomar un buen descanso en una cama demasiado cómoda.
Estuve un par de semanas en cama, no dejaban que me moviera por ninguna circunstancia, venía un doctor a examaminar mi herida.

Doctor: está completamente curada- terminó de quitar los vendajes de mi brazo -solo evita hacer algún movimiento brusco quieres- dijo entregándome una paleta como si fuera una niña pequeña
Acepte esa paleta con una mueca, escuche una risa de shiro al ver aquella escena

Jefe: nos puede dejar solos porfavor- hablo mientras shiro acompañaba al doctor a la salida -Neru, quiero agradecerte por haberme salvado-

-no tiene nada que agradecer, usted me cuido todo este tiempo que estuve herida- miraba mi hombro que tenía una cicatriz

Jefe: shiro, me comentó ciertas cosas y yo- se veía incómodo

-si, es por eso que vivo en estas condiciones- lo mire -no tengo a nadie para mi-

Jefe: como es que fuiste tan a certera en aquel disparo?- cambio de tema -nisiquiera yo se utilizar bien un arma, tu puntería es increíble-

-cuando estaba en secundaria, practicaba arqueria y mi puntería iba mejorando-... -se que un arco no es igual a una pistola pero en ese momento no pensé-

Jefe: Neru, quisiera ofrecerte algo- tomo una de mis manos -quisieras ser parte de la yakuza?- en sus palabras había sinceridad

-que?- solté sin más

Jefe: bueno, creo que no me explique- trataba de buscar las palabras adecuadas -te gustaría ser parte de mi familia? Igual que shiro, puedes continuar con tus estudios y hacer algo con tu vida, no estarás sola y no deberás pagarme para nada, tampoco te obligare a nada, pero solo si tu quieres, si no quieres aceptar lo comprenderé-

-podré comer las veces que quiera?- fue lo único que dije

Jefe: claro- soltó entre risas

-entonces acepto-

-entonces acepto-

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"actualidad"

La puerta de mi oficina se abrió escuchando varios pasos llegar hasta mi

Shiro: holgazána hay unas personas que quieren hablar contigo- shiro me intento levantar del sofá que tenia en mi oficina

-diles que no estoy- mi cara estaba boca abajo, estaba cansada no había dormido en casi toda la noche y ahora me moría del sueño

Shiro: te están viendo- intento quitarme la manta que tenía puesta

-deja de joder- le avente un libro que tenia cerca, pero al parecer terminó dando a otra persona pues el quejido era de distinta voz

Estrellas en el infierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora