3

1.1K 112 7
                                    

Llegue a altas horas de la noche a mi casa.
Aquel apartamento grande de color blanco con grandes ventanales, estaba tan solo como siempre.
Leo, Shiro y yo vivíamos en el mismo edificio de apartamentos.

Encendí las luces del apartamento, deje mis llaves en el porta llaves que había a un lado de la puerta.
Camine hasta el ventanal viendo toda la ciudad siendo iluminada, mi hogar tenía una linda vista

-largate- me gire rápido sacando mi arma dirigiendola a su menton

Mikey: me alegra verte de nuevo- tenía ambas manos levantadas y una estúpida sonrisa en su rostro

-cómo entraste aquí!?- estaba alerta ante sus actos

Mikey: es poco seguro este lugar-... -dejaras de apuntarme?- seguía en aquella posición

-tu no me diras que hacer- presione más el arma y mikey retrocedió por inercia

Mikey: como fue que que llegaste hasta aquí?-

-eso a ti no te importa-

mikey hizo un movimiento rápido logrando quitarme el arma, al igual que yo saque un cuchillo de caza que guardaba sobre pierna dirigiendolo a su cuello

Mikey: veo que has cambiado- dijo con una sonrisa mientras me apuntaba con el arma -vamos, no quieres recordar los lindos recuerdos que teníamos juntos?-

-el único que la pasó bien fuiste tu-... -eres el causante de todas mis desgracias, así que has el favor de largarte de una buena vez-

Mikey bajo el arma con un rostro serio, dejó el arma sobre la mesa que estaba cerca y se fue sin decir nada.
Revice toda mi casa, no había ninguna venta abierta ni nada por donde podría haber entrado, ahora tendremos que poner mas vigilancia de la que había antes.

Me calme un poco de aquella situación, "cómo fue que llegaste hasta aquí?" aquella pregunta resonaba en mi mente cada segundo.
Mire el arma que había sobre la mesa y aquel cuchillo que tenía en mano recordando el tiempo atrás.

"Flash Back"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Flash Back"

Era una tarde fría, el barrio chino como siempre estaba repleto de personas, el poco dinero que me quedaba ya no me daba lo suficiente para comer.

Caminaba por todo el barrio sin rumbo alguno, me paraba en algún local preguntando si no necesitaban algún trabajador pero todos me decían que no.

No quería robar y tampoco vender mi cuerpo por algunas monedas como algunas mujeres lo hacían, prefería morir de hambre a cometer algo de eso.
Seguí preguntando y todos seguían con el mismo argumento, no fue hasta que un señor un tanto ocupado me dijo que tenía algunos pedidos pendientes sobre el barrio, si los podía entregar a tiempo me pagaría.

Y así fue como comencé a ganarme la vida, hacía entregas de comida a otros locales del Barrio, aveces eran días bueno y otros malos donde no tenía ningún pedido, al cabo de unos meses sabía el derecho y el reves del barrio, sabía atajos y como atravesar el barrio en cuestión de minutos. La mayor parte de los negocios ya me conocían, aquella chica joven que hacía entregas sobre su patineta, todos me decían que me cuidara pero nunca entendí el por qué, era un barrio tranquilo, hasta que comencé a llamar la atención de los Yakuzas que eran dueños de aquella zona.

Shiro: tu eres Nerushima- me habló un chico más alto que yo

-seee, por que?- que este acompañado de otros gorilas no me daba buena impresión

Shiro: el jefe quiere hablar contigo- me sujeto de la mano, forcejee con el logrando safarme de su agarre

-no se quien sea tu jefe pero si quiere hablar conmigo debe esperar a que termine de trabajar- aquello le molesto a aquel chico

Shiro: estas tratando con yakuzas- se acercó a mí -si trabajas aquí, es por que estas a disposición del jefe-

-yo trabajo para quien yo quiera- le respondí en el mismo tono que el -si quieren mis servicios deberán pagar por ellos- me fui de ahí pensando que esos tipos no me molestarían más, los puestos que vieron todo no decían nada, solo se hicieron de oídos sordos ignorando lo anterior, al parecer nade de ahí quería llevarle la contraria a la yakuza.

Pasaron un par de meses cuando me volvieron a buscarme aquellas personas, pero esta vez venían acompañado de un señor adulto que venía rodeado de personas.

?: así que usted es la joven que a empezado a tener fama últimamente- hablo una vez estando a escasos pasos de mi

Me llevaron a una clase de bodega abandonada, habían varias cajas grandes de madera, todo esto no me inspiraba confianza, estaba nerviosa pero no podía hacer nada.

?: tranquila, no te haremos nada- le pasaron una maleta negra -solo ocupo que entregues esto a varios locales- me miró - puedes hacerlo, no?-

-depende de lo que sea- pregunté mirandolo

?: droga- hablo sin más -si terminas a tiempo las entregas te daremos una buena paga-

No quería aceptar pero sabía que estaría obligada a hacerlo, también necesitaba el dinero, no tenía dinero suficiente para mantenerme o para comprar algo de comida.

Me entregaron aquella bolsa donde habían varios kilos de droga. Cada entrega eran a distintos lugares, habían locales que ya conocía a sus dueños.
Al ir rumbo al tercer local logre ver como habían algunos policías merodeando por la zona, esto me complicaría la entrega.
Termine todas las entregas, solo faltaba aquel local donde se encontraban algunos policías, yaa habían pasado algunos 20 minutos, tal vez ya no estaban pero mi sorpresa fue otra al verlos aún en ese local.

Fui hasta la parte trasera de aquel local, tenía un olor horrible, se notaba que era una carnicería de mala calidad, intenté no hacer ruido pero habían demasiadas cosas por el suelo de aquella cocina de mala muerte.
Escuché las voces de los policías acercándose al lugar, saqué aquella droga de la bolsa metiéndole al cuerpo de un cerdo sin cabeza que había colgado cerca de mí, tomé un mandil blanco algo lleno de sangre y me lo coloque rápido saliendo de aquel lugar.
El dueño de aquel lugar me miraba algo raro pero no dijo nada, los policías solo me miraban de manera dudosa.

Policia: como entro?- preguntó el que parecía la cabeza de todos los policas

-por la parte trasera, todos los empleados entramos por ahi- respondí de la manera más calmada posible

Polica: bueno, pasaremos a inspeccionar el local- hablo a otros dos tipos que iban junto a él

-tienen orden de cateo?- recibí una mirada molesta del policía -si no tiene una orden no pueden inspeccionar el local, es un delito- me mantuve lo mas seria que podía, si es que los policías no tenían alguna orden estaría librada de todo y de no ser así pasaré un buen tiempo dentro de la correccional.

Afortunadamente los policías terminaron llendose, tanto el dueño del local como yo soltamos un gran suspiro de alivio al ver que ya no estaban aquellos policías.

?: quién eres tú y por qué estas aquí?- hablo el dueño del local algo molesto

-su pedido de droga esta dentro de uno de sus cerdos- me quite aquel asqueroso mandil intentando salir del local pero el dueño me retuvo

-espera- me dio un pequeño paquete -entrégale esto a tu jefe porfavor-

¿Jefe?, me supuse que se refería al que me pidió entregar toda esta basura.
Al llegar a aquella bodega esperé a que me dieran mi paga.

Estrellas en el infierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora