Two destined souls (Druig y tú) -Eternals Marvel-

Cap 7. Porque él te ama

Arilen

Fue un tanto liberador haberlo golpeado, y, aunque no dije todo lo que pensaba en aquel instante; me reconforte con ese golpe.

Al adentramos Sersi explico todo, el regreso de los desviantes, la muerte de Ajak, que somos programaciones y el peligro que era que un celestial naciera en la tierra.

Pedimos de su ayuda pero él se negó.

—No puedo creer que sigas siendo un egoísta que solamente piensa en si mismo —le reclamo —Si no quieres ayudar, bien, de todas maneras no te necesitamos —pase empujándolo para salir de ahí.

Ya afuera use mi teletransportación para irme de la aldea. Visualice un lugar con agua y la teletransportación me llevo a un río, tome asiento en la orilla. El viendo jugaba con mi cabello y el silencio dejaba que mis pensamientos salieran a flote.

Creía que después de conocer a Luca todos los sentimientos que tenía hacia Druig se habían perdido y en su lugar, el odio se había apoderado de mi ser. Me prometí que si lo volvía a ver lo haría sufrir por lo que me hizo, y, aunque el golpe que le di me ayudó a liberarme, no me hizo sentir tan bien como para volverlo hacer.

La razón: el verlo. Tan solo verle otra vez me basto para cuestionarme si realmente lo odiaba tanto como para hacerlo sufrir.

—¡Arilen! —la vos de Kingo hizo que abandonara mis pensamientos

—¿Cómo me encontraste? —cuestione sin prestarle atención alguna

—Pregunte a algunos aldeanos, ellos me dijeron que siguiera un sendero, lo hice y me trago hasta acá —explico —¿Estás bien? Saliste corriendo del lugar —tomo asiento junto a mi

—Lo estoy —me limito responderle

Kingo y yo habíamos pasamos tiempo juntos, demasiado a decir verdad. En ese lapso él desarrollo un sexto sentido; saber cuando algo no estaba bien para mí y, ahora mismo sabía que algo estaba mal.

—Todos vimos como golpeaste a Druig —dijo serio, pero no respondí —Ikaris se burló —agrego —Acaso tú sigues sintiendo...

—¿Odio? —me apresuró a responder y él asiente —Tal vez no tanto como antes

—¿Entonces?

—Ese es el problema —digo prestándole atención —Ya no sé lo que siento por él, y es confuso, porque no se si seguir odiandolo o...

—Amandolo —termino la frase por mi

—No puedo amarlo, estoy con Luca

—Pero eso no te impide amar a Druig

Sus palabras me hicieron eco en el cerebro. ¿Seguir amando al eterno que me hizo daño? Como se atreve a decir que sigo amando a quien me abandono.

—No lo amo —aclare levantándome del césped para poder irme.

Pero Kingo me detuvo hablando otra vez.

—¿Porqué no admites lo que sientes por Druig y ya? —preguntó sobando con sus dedos su sien

—No admitire nada, porque no siento nada

—Arilen, deja de negarlo ¿quieres? Se que lo sigues amando

—No discutiré esto —empecé a caminar por el mismo sendero por el que Kingo apareció

—¿¡A qué le te tienes tanto miedo!? —alzo la vos

Me paré en seco ya molesta por la insistencia de Kingo.

—¿Realmente quieres saber? —conteste

—Es los que todos queremos saber