Cap 8. Mi alma destinada

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Druig

—¡Arilen!

Estaba luchando contra un desviante cuando oí el grito de Kingo. Voltie y me encontré a Arilen medio inconsciente mientras un desviante la orcaba. Corrí hacia ella de inmediato, pero fue en vano. El desviante había tirado a Arilen y ella estaba en el suelo.

—Ari —traté de despertarla en cuanto llegué pero no respondía

La cargué al estilo nupcial para poder llevarla a la cabaña más cercana mientras los demás se encargan de los desviantes sobrantes.

Cuando estuve dentro de la cabaña, la adentré a una habitación y la recosté en una cama, debía esperar a que despertara o a que Gilgamesh regresara para poder revisarla.

Pasaron unos minutos, que en lo personal, parecían años, pero al final todos regresaron, todos menos Gilgamesh.

—¿Ella esta bien? —pregunta Ikaris cuando ve salir a Karun de la habitación

—Se golpeó la cabeza muy fuerte, lo que hizo que quedara inconsciente. Pero estará bien —Karun dijo tranquilo

Ikaris sonrió tranquilo, yo no lo vi frunciendo el seño pero no dije nada.

Entre a la habitación donde ella estaba dormida y, ahí estaba, sin hacer nada, solamente respiraba. Me senté a su lado y tome su mano esperando a que despertara.

Ikaris y Sersi avisaron que irían en busca de Phastos, mientras los demás esperabamos a que Arilen despertara. Para así poder seguir con el viaje.

Habían pasado aproximadamente tres o cuatro horas, y ella aún no despertaba. Empezaba a preocuparme.

—¿Como le diremos lo de Gilgamesh? —dijo Sprite mientras se acerca a Arilen

—Creo que Kingo es el indicado —sugiero —El puede controlarla mejor que todos nosotros

—Yo no lo haré —dijo Kingo entrando a la habitación —Mejor díselo tú —propuso

—No puedo decírselo yo, ella me odia

—Ella no te odia —dice Sprite

—Si lo hace

—Solo necesitas hablar con ella, explicarle que pasó y pedirle perdón —dijo Kingo —Pan comido

Claro, como si las cosas fueran así de fáciles.

—Y como se supone que haré eso, sí ni siquiera quiere hablarme —digo irónico mientras me levanto del lado de Arilen

—Llévatela a un lugar apartado y explícale —sugiere Kingo encogiéndose de hombros

—Sería secuestro —dijo Sprite

—No cuando tienes permiso de alguien —dice guiñándome el ojo y saliendo de la habitación. Sprite lo siguió.

Kingo me dio una buena idea, tome a Arilen con mucho cuidado de que no despertara y la saqué de la habitación sin que nadie se diera cuenta.

Arilen

Abrí mis ojos lentamente para poder acostumbrarme a la luz. La cabeza me dolía demasiado, supuse que fue por el impacto del golpe.

Al ya estar consiente me di cuenta de que no estaba en el bosque, o en una cabaña, realmente estaba acostada en césped junto al río.

Que demonios hacia aquí.

—Porfin despertaste —escuché la voz de alguien conocido.

Me acomodé en el lugar para poder observar mucho mejor, pero no me esperaba encontrarme con él.

Two destined souls (Druig y tú) -Eternals Marvel-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora