La ejecutora

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Los ejecutores entraron en la habitación con sus trajes de combate rojos.

A pesar de su armadura especial y su casco, se podía observar el voluptuoso  cuerpo de numero 13.

En el suelo había el cadáver  de un hombre y  a su alrededor estaban de pie tres nobles.  La mujer de la armadura pudo ver por la visión especial de su casco, que el muerto era un número inferior, amplió la zona de sus heridas y pudo deducir que lo habían matado a golpes.
Sintió un gran despreció por esos tres individuos, de echo siempre lo había sentido por los de la clase alta.

- ¿Qué ha pasado aquí?- pregunto trece fríamente

- Le pagábamos por divertirnos un rato y se nos fue de las manos. Te puedo dar créditos – respondió con cara de superioridad uno de los número altos (nobles).

- Ley numero 14 no sobornaras a un ejecutor  de leyes. Ley numero 15  no matarás a una persona, a no ser que sea en defensa propia. Por la violación de éstas leyes me dispongo a vuestra ejecución-
Antes de que los tres nobles pudieran reaccionar, cayeron al suelo muertos con un agujero en el corazón.
Los puños de 13  quedaron manchados de sangre.

Su armadura especial le permitía moverse a velocidades que ningún humano podría llegar a ver y le daba una fuerza sobre humana.
Desde la creación de estos corazas se habían eliminado cualquier tipo de arma. Sus golpes habrían agujeros en la carne y ya no había necesidad de usarlas como antaño.
Estos futuristas trajes eran llamados deus.

la semana que viene continuará en el próximo capítulo.

La ejecutora XIIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora