13 se roció un spray y salió a la callé vestida de rojo.
El comandante la esperaba dentro del coche de ejecutores, un vehículo de negro.
La ejecutora entró.
- Te esperaba 13, hoy va a ser una misión diferente. En la discoteca pedirás "blood", evidentemente no lo beberás, iremos a distintos locales hasta que encontremos donde lo venden. Una vez descubras dónde se vendé me llamarás con tu reloj móvil. ¿Entendido?.
- Entendido comandante.
-En nuestra ciudad de oasis hay tres lugares donde se va a bailar y en la metrópolis está prohibida la venta de las drogas. Si no venden esa bebida no hacé falta que llames, el local está cerca de aquí, no he aparcado delante porque no quiero que se enteren que los ejecutores estamos cerca.
Luego de caminar cinco minutos llegó a la discoteca llamada blue, En un cartel luminoso ponía el nombré, encima de la entrada.
Solo una pareja estaba esperando a que les dejaran entrar.
La ejecutora se preguntó si alguno de ellos era un androide, en el futuro muchas personas compraban un androide para que sea su pareja.
¿Tanta necesidad tenían de tener pareja?, desde su adolescencia se
le había explicado que un ejecutor no tenía tiempo para las parejas.
Ni ningún tipo de relación afectiva, ellos servían a la ciudad y a la justicia. No tenían tiempo para nada más.
Las personas que tenía delante entraron y ella entró después.
Se dirigió a la barra y allí con nerviosismo pidió la bebida llamada "blood".
Mientras las palabras le salían de la boca empezó a sudar, sin su traje se sentía desprotegida, si en el local vendían lo que buscaba era un lugar peligroso.
- No tenemos esa bebida lo siento- Respondió el hombre detrás de la barra con cara de extrañeza.
La ejecutora volvió al coche del comandante.
- Aquí no lo venden.
- El siguiente local está a diez minutos de aquí, ve a investigar allí, se llama "star".
- Entendido.
13 entró en "star" había tanta gente dentro que le costaba moverse, al final consiguió llegar a la barra y pidió la bebida "blood".
- Aquí la tiene, ¿pagará con tarjeta?
- Si.
La ejecutora pensaba que la tendrían que preparar, sin embargó por la rapidez con que se la dieron ya estaba hecha. A saber cuanta gente se habrá bebido esa droga tan peligrosa, pensó 13.
Se alejó un poco de donde se la habían servido y con el reloj móvil llamó al comandante.
- Tengo la bebida, es en "star" donde se vende.
- Entendido, ahora voy para allí.
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La ejecutora XIII
Ciencia FicciónEn el futuro, después de la tercera guerra mundial la mayoría de las ciudades del planeta han sido destruidas. Una de las pocas que ha quedado intacta ha construido una gran muralla. Se dice que es de las pocas ciudades sin crímenes en el mundo. Los...